Este 25 de septiembre el Movimiento Renovador Universitario arriba a los 60 años. Principal legado de la Guerra de Abril del 1965. Es en el grupo asesor de Caamaño y de la Cancillería del gobierno constitucionalista, conformado por Hugo Tolentino Dipp, Tirso Mejía-Ricart, Marcelino Vélez Santana, Rafael Kasse Acta, Andrés María Aybar, Rafael Calventi, entre otros, donde surge el referido Movimiento.

Sus objetivos incluían la reforma de estatutos y reglamentos, la autonomía, el fuero y la democracia de la universidad, dentro de un clima de paz y justicia. Asimismo, la defensa de la soberanía nacional, la apertura al gran público, de manera que los estudios superiores no fuesen exclusividad de una élite favorecida por el Estado para su formación, sino un derecho de todo ciudadano. Además, se estableció la libertad de cátedra, la expresión libre de las ideas, el derecho de asociación y la libertad de reunión en la UASD, entre otras medidas.

Es incuestionable que el Movimiento Renovador Universitario, MRU, convirtió a la Universidad Autónoma de Santo Domingo en la institución más democrática de la República Dominicana, cuyo grupo original concertó la participación de notables profesores, estudiantes y empleados, estableciendo el co-gobierno, la toma de decisiones colegiadas, con mecanismos de transparencia y eficiencia, fortaleciendo el desarrollo científico y la participación en los procesos nacionales como asesor desde los distintos saberes que conjuga.

En la UASD de hoy coexisten distintas corrientes de pensamiento político, ideológico y científico, lo que no afecta la convivencia pacífica interna.

La integración al MRU de profesores de la talla de Jottin Cury, Ruben Suro García-Godoy, Fernando Morban Laucer, Antonio Ballester Hernández, Marcio Mejía-Ricart, Andrés Avelino García, Antonio Zaglul, Gustavo de León, Víctor Pizano Thomen, Jesús Álvarez Vicioso, Elsa Vallejo de Saint-Amand y Armando José Namís; de destacados estudiantes cuya trascendencia ya como profesionales da cuenta de la calidad de la formación recibida, como fueron Amín Abel Hasbún, Virgilio Bello Rosa, Romeo Llinás, Asdrúbal Domínguez, Franklyn Almeyda Rancier, Carlos Dore, Jesús de la Rosa, Antonio y Narciso Isa Conde, Jacobo Moquete, Josefina Padilla y Narciso González (Narcisazo). Vale destacar la participación de Teobaldo Rodríguez, primer representante de los empleados.

De acuerdo a los lineamientos del MRU, la política universitaria debía orientarse hacia la democratización, diversificación, departamentalización, descentralización y desburocratización. Hoy estas líneas estratégicas representan un gran desafío institucional ante la creación de nuevos recintos, centros, subcentros y extensiones de la UASD en todo el territorio nacional; decisión que amerita la reorganización de la oferta académica conforme a las necesidades de recursos calificados en cada región y provincia donde se instalan los centros y extensiones.

La actual Comisión de Reforma y Transformación Universitaria, presidida por el profesor Faustino Collado, ha entregado hace más de 9 meses las propuestas para la modificación de Estatutos, recogidas luego de un arduo trabajo de talleres que se realizaron en las distintas Facultades, Recintos y Centros de la UASD, y está a la espera de que el Consejo Universitario emita su opinión y refiera al Claustro Mayor para que decida cuáles propuestas aprueba y cuáles rechaza. La participación activa del profesorado, la representación de estudiantes y profesores fue clave para llevar a cabo un proceso que ha sido transparente, laborioso y sin agendas ocultas.

En la UASD de hoy coexisten distintas corrientes de pensamiento político, ideológico y científico, lo que no afecta la convivencia pacífica interna. Los derechos humanos y las libertades fundamentales son parte integral del ejercicio democrático y, aunque con imperfecciones, son orientadores básicos de esa convivencia en nuestra casa de altos estudios.

Como ocurre en los casos en que enumeramos personas, siempre corremos el riesgo de omitir de manera involuntaria los nombres de muchos otros participantes, personas meritorias que aportaron a lo largo de los años en que el MRU y la Comisión de Reforma Universitaria mantuvieron su incidencia en la vida universitaria. Mis respetos y gratitud para ellas y ellos, por su colaboración para que hoy día nuestra Universidad continúe cumpliendo su misión: formar los profesionales que el país necesita para su desarrollo y que ejerzan su ciudadanía con conciencia democrática.

Referencias:

Mejía-Ricart, T. “Mi vida y nuestra historia contemporánea. Memorias de un sobreviviente.” Editora Búho, Santo Domingo, 2023

Moquete, J. “El Movimiento Renovador Universitario”, Editora Universitaria, Santo Domingo, 2015.

Angela Caba

psicóloga clínica

Coordinadora de la Cátedra de Psicología Clínica, Escuela de Psicología, Universidad Autónoma de Santo Domingo. CEO de Pigmalion, EIRL.

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