El viernes 17 de octubre de 2025, estaba a unos 3 metros de la barrera en el patio. De repente, un “ruido” de trueno al que nos habíamos acostumbrado desde hacía poco. La rampa de la escalera sobre la cual estaba apoyado tembló. Según el impacto y su eco, el ataque del dron se produjo a aproximadamente 1 km de donde yo estaba. A principios de semana, a 1,5 km, “Un dron no identificado se estrelló por la tarde del lunes 13 de octubre de 2025 en el barrio de Turgeau, cerca de una escuela, en el corazón de Puerto Príncipe. El incidente, ocurrido en pleno día escolar, provocó un pánico generalizado entre los alumnos, los docentes y los vecinos, en una capital ya marcada por la inseguridad y el miedo cotidiano a la violencia armada”.

Lo que me llamó seriamente la atención ese viernes, inmediatamente después del ruido, fue que el aire que respiraba parecía traer una mezcla de azufre, polvo y otras sustancias. Las fotos recibidas al día siguiente explicaban la proximidad de la operación. Los terroristas comenzaban a preparar cuidadosamente el terreno, destruyendo parcialmente las vallas internas de casas abandonadas. No se trataba de un ataque aislado, sino de una mezcla de advertencia y respuesta calculada por parte de las fuerzas del orden. Sin embargo, la población se pregunta: ¿cómo es que estas máquinas asesinas y de gran precisión no han podido aún llegar a la guarida de un jefe de bandas?

Hubo mucho optimismo cuando, a principios de marzo de 2025, el gobierno hizo el anuncio: “La Policía Nacional de Haití pasa a la ofensiva contra las bandas armadas”. La Task Force creada por el Gobierno y el Consejo Presidencial de Transición, en menos de 48 horas, comienza a dar sus frutos. Una operación de envergadura está en curso en el barrio de Bas-Delmas: varios bandidos ya han sido neutralizados. Se movilizan las fuerzas de seguridad y se decreta la permanencia.

La población se pregunta por qué estas máquinas de precisión no han logrado alcanzar a los líderes de las bandas armadas

El Estado no cederá ante el terror. Pueblo haitiano, mantengan la esperanza: el gobierno está a su lado en estos momentos difíciles. La victoria contra las pandillas está en marcha. ¡Haití recuperará su destino!”.

Siete largos y pesados meses después, la población está sumida en la mayor duda y un legítimo pesimismo. Los resultados son poco convincentes y cada vez que el Estado se mueve, es porque la embajada de los Estados Unidos sube el tono: “Ustedes no están en el poder eternamente”; el embajador de los Estados Unidos en Haití hizo un llamamiento directo a las autoridades haitianas el 4 de octubre de 2025, instándolas a asumir plenamente sus responsabilidades con vistas a la celebración de las próximas elecciones y una transición política ordenada.

Gilbert Mervilus

Historiador

Nacido en Puerto Príncipe en el año 1963, Gilbert Mervilus es especialista en historia, pintura y literatura haitiana. Tras realizar sus estudios en la capital del país, se especializó en Gramática, Historia de la Lengua Española y Literatura de España y América Latina en diversos cursos de formación. Posteriormente ha realizado estudios avanzados en Literatura y Arte francés. Inicia sus actividades como profesor de español en 1986, a las que siguieron las de Traductor e Intérprete en 1988; Traductor de Corresponsales Extranjeros en Prensa; Profesor de Español en la Universidad de Quisqueya (1998–2001); traductor en el Ejército de la E.U.A. de 1993 a 1994; traductor e Intérprete Oficial del Ministerio de Salud Pública (2001–04). Es autor de numerosas publicaciones y conferencias [ La Historia de la Pintura Haitiana ,Costa Rica, 1988; La Pintura Moderna,1993; Una Nueva Cotización del Arte Haitiano,octubre1994]; y traductor jurado.

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