Comenzó con una nota escrita a mano a toda prisa y un susurro al oído del presidente de Estados Unidos. Y terminó con un acuerdo sobre Gaza que Donald Trump buscaba desde hace tiempo.

Algo evidentemente estaba ocurriendo cuando el secretario de Estado, Marco Rubio, apareció de repente el miércoles durante una rueda de prensa sobre el movimiento de izquierda Antifa en la Casa Blanca.

"Por cierto, aquí está Marco Rubio. Marco, ven acá, por favor", le dijo Trump mientras le hacía una seña para que se acercara a su lado en el Comedor de Estado de la Casa Blanca. "Algo que debamos saber sobre Medio Oriente".

Sí había algo, pero el discreto Rubio no estaba dispuesto a hablar de ello en público.

"De eso esperamos hablar con usted, señor presidente, una vez que ellos se vayan", respondió el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, señalando a los periodistas que estaban en la sala y provocando una risa de Trump.

Lo que siguió fue la historia desarrollándose en tiempo real: un momento extraordinario, incluso para un presidente que en el pasado fue estrella de "reality show" y con talento para el espectáculo.

Mientras los periodistas observaban con atención en busca de señales sobre el avance de las conversaciones de paz entre Israel y Hamás en Egipto, Rubio ocupó el asiento que había dejado la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, y le hizo una señal de aprobación a Trump con el pulgar.

El principal diplomático estadounidense se inclinó entonces y tomó un bolígrafo y una libreta de notas de la Casa Blanca del subjefe del gabinete Stephen Miller, que estaba a su derecha.

Mientras Trump respondía una pregunta sobre "cortar la cabeza de la serpiente" de Antifa, Rubio garabateó durante casi un minuto mientras Miller se inclinaba para mirar.

– 'Muy cerca' –

Rubio luego mostró la nota a Miller y se inclinó hacia la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien estaba sentada a la derecha de Miller. Los tres consultaron brevemente entre ellos antes de que Rubio arrancara la hoja de papel.

Segundos después, Rubio estiró su mano detrás de la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, y le entregó a Trump el papel.

Mientras las cámaras capturaban el momento, Trump se recostó en su silla y leyó la nota durante diez segundos, asintiendo en muestra de aprobación.

Rubio luego se levantó, se acercó a Trump y le susurró al oído, cubriéndose la boca con la mano.

Fue quizás el susurro presidencial más notable desde que el jefe de gabinete de George W. Bush, Andy Card, lo interrumpió durante un evento en una escuela de Florida para informarle que un segundo avión había impactado el World Trade Center el 11 de septiembre de 2001.

"Está bien", dijo Trump mientras Rubio volvía a su silla, pidiendo silencio a los periodistas mientras estos hacían preguntas a gritos.

"Acabo de recibir una nota del secretario de Estado que dice que estamos muy cerca de un acuerdo en Medio Oriente y que me van a necesitar pronto, así que tomaremos un par de preguntas más", explicó el republicano.

Los reporteros no pudieron ver de inmediato lo que decía el papel. Pero fotografías, incluida una imagen de AFP, revelaron más tarde el contenido de la nota histórica de Rubio al presidente.

El acuerdo está "muy cerca", decía la nota manuscrita. "Necesitamos que aprobar un anuncio en Truth Social rápidamente para que usted pueda ser el primero en anunciar el acuerdo", indicaba el mensaje.

– 'Bendecidos los mediadores' –

Al final, Rubio se quedó esperando a Trump, quien estrechó las manos de los participantes de la conferencia de prensa mientras se retiraba.

Imágenes publicadas posteriormente por la Casa Blanca muestran la urgencia del momento.

Trump, el vicepresidente JD Vance, Rubio y Wiles caminaron con determinación por el corredor del Jardín de las Rosas hacia la Oficina Oval, mientras hacían los preparativos finales para anunciar el acuerdo.

Casi exactamente dos horas después de la intervención de Rubio, finalmente Trump publicó el mensaje en Truth Social.

"¡BENDECIDOS LOS MEDIADORES!", proclamaba. (Danny KEMP)