Un nuevo terremoto con magnitud de 2,4 en la escala Richter se registró este martes en las afueras de Lisboa, después de que ayer un sismo de 4,7 sacudiera la capital y sus alrededores.
El Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA) señaló que el nuevo temblor se produjo a las 10:36 hora local (misma hora GMT) con epicentro a 12 kilómetros al suroeste de Seixal, en la periferia lisboeta y en la otra orilla del río Tajo.
Al igual que el seísmo de ayer, el terremoto no ocasionó daños materiales ni personales. Fue sentido con intensidad II/III en la escala de Mercalli modificada en el concejo de Sesimbra, mientras que en Lisboa, Almada y Palmela la sensación fue menor.
Ayer, las autoridades portuguesas no descartaron que se diera alguna réplica tras el sismo del lunes, que se pudo notar en pleno centro de Lisboa. Ese temblor tuvo lugar a las 13:24 hora local (misma hora GMT), y su epicentro estuvo a 14 kilómetros al suroeste de Seixal.
El alcalde de Lisboa, el conservador Carlos Moedas, recomendó, en declaraciones a EFE, a los turistas que quieran visitar la ciudad que se informen sobre las medidas de seguridad durante un seísmo antes de viajar.
Moedas aconsejó consultar la web del Ayuntamiento, donde están publicadas instrucciones como a dónde ir si se está alojado en un hotel o cómo protegerse de inmediato, y recordó que la ciudad dispone de 86 "puntos de encuentro" para evacuaciones ante catástrofes.
A finales de agosto, un terremoto de magnitud 5,3 en la escala de Richter sacudió la capital de Portugal, sin causar daños.
El Consistorio lanzó en octubre pasado un programa para preparar Lisboa ante posibles grandes emergencias, como seísmos, tsunamis, inundaciones o desastres a gran escala.
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