El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció ayer, martes 9 de enero, que el país se encuentra inmerso en un "conflicto armado interno", luego de una serie de jornadas de violencia que han sacudido al país. La declaración se dio tras el asalto a la estación de televisión TC Televisión en Guayaquil, donde los empleados fueron tomados como rehenes durante una transmisión en vivo.

La grave crisis de violencia e inseguridad que vive Ecuador se comprende de tres claves fundamentales, destaca un análisis de BBC Mundo.

Poder

En primer lugar, el poder de las bandas criminales como los Choneros, los Lobos, los Lagartos y los Tiguerones, que tienen una amplia presencia en las cárceles y están vinculadas a los grandes carteles de la droga en México y Colombia. Estas bandas han demostrado su capacidad para imponer condiciones al poder político y han infiltrado instituciones clave, generando una ola de violencia que afecta a toda la sociedad ecuatoriana.

Reacción

En segundo lugar, la reacción a la presidencia de Daniel Noboa ha desencadenado la respuesta violenta de estas bandas. El presidente, quien asumió el cargo recientemente, ha centrado su campaña en temas de seguridad y ha propuesto medidas para debilitar a las bandas delictivas. Sin embargo, su decreto de estado de excepción y sus intenciones de imponer medidas de seguridad más estrictas han sido interpretados como un desafío por parte de las bandas criminales, que han respondido con actos de violencia y toma de rehenes.

Control

Por último, el control del narcotráfico es otro factor clave en la grave situación que enfrenta Ecuador. El país se ha convertido en un importante centro de almacenamiento y distribución de drogas, lo que ha fortalecido a las bandas criminales y ha aumentado la violencia en el país. La presencia de carteles mexicanos como el de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha generado una disputa territorial y un aumento en los niveles de violencia.

Con información de BBC