La crisis de orden público en Ecuador se profundiza y fue incluso transmitida a todo el país por televisión: un grupo de hombres armados y encapuchados ingresaron este martes al canal TC de Guayaquil y en vivo y en directo amenazaron a periodistas y presentadores.

La desoladora imagen de periodistas y personal del canal en el suelo con armas apuntándole a la cabeza, junto con el ruego del presentador Jorge Rendón a los asaltantes -quienes le habían puesto un explosivo en el bolsillo de su traje- para que no le hicieran daño, puso más evidencia una situación que ha ido deteriorándose desde hace meses.

Esta semana el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, había declarado el estado de excepción tras la fuga de la cárcel de Adolfo Macías, alias “Fito”, líder de la banda de los “Choneros”, pero tuvo que aumentar su apuesta tras el asalto al canal de televisión y anunció este martes que Ecuador enfrenta “un conflicto armado interno”.

Noboa fue enfático y dio órdenes al ejército de neutralizar lo que él considera es la causa detrás la crítica situación de seguridad: cerca de 20 bandas criminales que el gobierno busca sean tratadas como “organizaciones terroristas” de carácter transnacional.

Y es que el origen de este conflicto interno puede ubicarse en la lucha que libran las principales bandas criminales por el control de las rentables rutas del narcotráfico que existen en territorio ecuatoriano.

Entre ellas está la de los Choneros, liderada por el prófugo de la justicia alias “Fito”, así como las llamadas los Tiguerones (que se presume son los responsables del asalto al canal TC de Guayaquil), los Lobos y los Lagartos.

Pero Noboa también mencionó a las agrupaciones Águilas, ÁguilasKiller, Ak47, Caballeros Oscuros, ChoneKiller, Covicheros, Cuartel de las Feas, Cubanos, Fatales, Gánster, Kater Piler, Latin Kings, Los p.27, Los Tiburones, Mafia 18, Mafia Trébol, Patrones, y R7 de ser parte del promeblam.

“Las mafias vinculadas al narco han reaccionado para mostrar que están en capacidad de ponerle un cerco a la democracia”, señaló a BBC Mundo el analista político ecuatoriano Andrés Chiriboga.

Una batalla desde la prisión

Una de las particularidades de esta lucha territorial por el control del negocio del narcotráfico es que se ha dado desde las cárceles de Ecuador, donde – de acuerdo a las autoridades y varios reportes de organismos internacionales- se coordina el andamiaje criminal.

Aunque no es un hecho inédito en América Latina -donde la criminalidad continúa con el control de sus organizaciones dentro de los centros penitenciarios- lo cierto es que el caso ecuatoriano es particular.

Uno de los primeros signos del deterioro de la situación de seguridad se dio el 23 de febrero de 2021, cuando 79 presos fueron decapitados dentro de las instalaciones de la cárcel regional de Guayas, ubicada en Guayaquil.

La masacre dio pie a que organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitaran las prisiones de Ecuador y reportaran un panorama preocupante.

“Se vive corrupción sin precedentes dentro de las prisiones, y que responde al abandono del sistema penitenciario por parte del Estado desde hace años atrás, así como a la ausencia de una política criminal integral y que han provocado un autogobierno”, señaló la CIDH en su informe posterior a la visita.

Un ex guardia de seguridad de esta prisión dio al diario español El País una definición de lo que ocurría allí adentro: “Las cárceles en Ecuador son ciudades donde los presos mandan”.

Militares ecuatorianos armados y emascarados reciban a un hombre y a su auto.

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Las autoridades no han podido contrarrestar el ejercicio de las bandas criminales a lo largo del país.

Y mandan para controlar el negocio del narcotráfico hacia otros países (como México) y el tráfico interno, que debido a su alta rentabilidad ha creado una batalla que transformó a Ecuador en uno de los países latinoamericanos con mayores índices de criminalidad.

Entre enero y junio de 2023 en Ecuador se registraron 3.513 asesinatos, lo que significa un aumento del 58% respecto a 2022, informó la policía.

Desde el organismo de seguridad estiman que, de mantenerse esta tendencia, la tasa de homicidios pasará de 20 a 40 por cada 100.000 habitantes, lo que convertirá al país en el más violento de la región.

Toda esta violencia estaría financiada por el dinero de la droga y manejada desde las cárceles : de acuerdo al portal de noticias Insight Crime, Ecuador es la “autopista de la cocaína hacia Estados Unidos y Europa”.

Información que comparte el departamento de Estado de EE.UU., que señala que un tercio de la cocaína de Colombia pasa por Ecuador antes de dirigirse a Norteamérica y Europa.

Esta combinación de factores ha llevado a que las bandas criminales pongan al gobierno ecuatoriano contra las cuerdas.

Ciertamente, uno de los momentos más delicados de la crisis ocurrió el 9 de agosto último, cuando el candidato a la presidencia Fernando Villavicencio fue asesinado en pleno centro de Quito mientras se dirigía a un mitín político.

A continuación BBC presenta detalles de las cuatro bandas criminales más importantes que operan en Ecuador, de acuerdo al número de miembros que se presume tienen, al impacto de sus actividades y sus nexos con otras organizaciones transnacionales.

Vista desde el exterior de una cárcel ecuatoriana.

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Los bandas ecuatorianas han convertido las cárceles en sus cuarteles generales y en un mercado lucrativo.

Los Choneros

Los Choneros se ganaron los titulares de los medios internacionales esta semana cuando se dio a conocer que su líder alias “Fito” se había fugado de la principal cárcel del país.

Sin embargo, Los Choneros no son un fenómeno reciente.

Con entre 12.000 y 20.000 miembros en su momento cumbre, llegó a ser la organización criminal más importante de Ecuador.

Nació en los años 90 en la ciudad de Chone, en la provincia costera de Manabí; y de allí se extendió a Manta y otras localidades a las orillas del Pacífico.

Originalmente las autoridades la identificaron como un brazo armado de un cartel colombiano, que buscaba controlar las rutas de tráfico marítimas hacia México y Estados Unidos. Pero también tendría nexos con disidencias de las FARC, a las que ayudarían a pasar cocaína desde Colombia, de acuerdo con medios ecuatorianos.

En los últimos años los Choneros se habrían asociado con organizaciones criminales mexicanas.

“La megabanda de los Choneros está ligada al cartel de Sinaloa”, aseguró en 2021 a la prensa española el coronel Mario Pazmiño, exdirector de inteligencia militar ecuatoriana y ahora analista en seguridad y defensa.

Con el paso del tiempo la organización también halló en las cárceles un negocio. Así llegó a controlar varias prisiones, donde sus miembros no solo se hicieron con el microtráfico de drogas, sino que además extorsionaron a los reclusos y orquestaron secuestros, reportó InsigthCrime.

Las autoridades estiman que las operaciones ilegales que realizan desde las cárceles les dejan a este tipo de organizaciones unos beneficios de alrededor de US$120 millones anuales.

Otras investigaciones periodísticas aseguran que organizaciones criminales como la mafia albanesa también están operando en Ecuador y que tienen o tuvieron vínculos con Los Choneros.

Sin embargo, la muerte y captura de varios de sus líderes, así como las divisiones provocadas por disputas alrededor de la sucesión la han debilitado en los últimos años, una situación que han aprovechado sus rivales para golpearla.

Los Lobos

Esta banda es considerada la segunda más grande del país, pues se sospecha que tiene unos 8.000 integrantes y además ha participado en varios de los motines carcelarios que en 2022 dejaron más de 400 muertos en el país, reportó InsightCrime.

Esta agrupación nació como escisión de Los Choneros, el cual hasta no hace mucho era considerado el grupo criminal más importante del país sudamericano, agregó el medio especializado en el estudio de la violencia criminal en la región.

Aunque originalmente su área de acción se limitaba a las zonas montañosas y selváticas del sur de Ecuador, Los Lobos comenzaron a expandirse hasta llegar a la costera Guayaquil.

Su jefe Fabricio Colón Pico, alias “El Salvaje”, también se escapó de la cárcel esta semana, aprovechando los motines que se presentaron en al menos seis penales luego de la fuga de el líder de Los Choneros.

Desde 2016, Los Lobos y sus aliados proveen armas y seguridad para el cartel mexicano Jalisco Nueva Generación, el cual controla parte de las rutas de cocaína en Ecuador, aseguró el medio ecuatoriano Código Vidrio.

Sin embargo, InsightCrime asegura que esta banda, junto a los Chone Killers y Los Tiguerones, habría formado otra organización llamada Nueva Generación, la cual habría perpetrado varios ataques contra líderes y territorios controlados por Los Choneros.

Aunque la facilitación del tráfico de drogas y la extorsión desde las cárceles son sus principales actividades, en los últimos años han encontrado en la extracción ilegal de oro otra fuente de ingresos.

Así, la prensa local asegura que cobran un impuesto de 10% a los mineros que operan ilegalmente en zonas como la selvática provincia de Imbabura, en el norte del país.

Asimismo, se les vincula con el Frente 48, una disidencia de las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Una mujer corre mientras se produce el tiroteo donde murió Villavicencio.

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El asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio fue uno de los momentos más críticos de la ola violencia que sacude a Ecuador.

Los Lagartos

De acuerdo con la información manejada por InsightCrime, esta organización nacida en las prisiones de Guayaquil ha operado durante al menos diez años, poniendo a sus sicarios a disposición para liquidar a miembros y líderes de otras organizaciones más grandes.

No obstante, en algún momento comenzó a disputarle territorio a Los Choneros y a enfrentarse a ellos.

A Los Lagartos se le atribuyen sonados crímenes como el asesinato del actor y presentador de televisión Efraín Ruales, ocurrido en 2021.

La banda hoy tendría presencia en las 35 cárceles del país y sería otra de las responsables de los sangrientos motines ocurridos en los últimos años.

Pese a todas las medidas adoptadas por las autoridades, el auge de las megabandas criminales ecuatorianas parece no tener fin y hay quienes aseguran que van rumbo a convertirse en cárteles.

“Los Choneros, Los Lobos e incluso otras organizaciones más pequeñas, como Los Tiguerones y los Chone Killers, ya no son solo brazos armados a cargo de asegurar los embarques, sino que ofrecen servicios exprés para los grandes carteles mexicanos y de los Balcanes (los albaneses especialmente). Ya tienen el control de las rutas internas desde las fronteras hasta los puertos”, declaró un funcionario ecuatoriano que investiga la evolución de estos grupos criminales al diario digital Primicias.

La ubicación de Ecuador, entre Colombia y Perú, dos de los grandes productores de cocaína del mundo, junto con factores como la debilidad institucional y las desigualdades económicas han convertido al país en un campo fértil para el crimen organizado.

Los Tiguerones

Aunque algunos reportes señalan que miembros de esta banda de Los Tiguerones fueron los responsables del ataque al canal TC de Guayaquil, las autoridades no han confirmado estos reportes.

Pero más allá de su responsabilidad en el asalto, lo cierto es que la banda de los Tiguerones se ha convertido en uno de las fuentes de violencia en medio de esta lucha por el control territorial del narcotráfico en Ecuador.

Lo que han señalado distintos informes oficiales que es esta banda es una escisión de los Choneros, que tiene una profunda relación con el cartel mexicano Jalisco Nueva Generación y su principal rival es la banda de los Gánster Negros, que también fue mencionada por el presidente Noboa.

Su principal zona de acción es la ciudad de Esmeraldas, en la costa ecuatoriana, donde intenta mantener el control de los envíos de droga a México y EE.UU.

El gobierno de Ecuador señaló en un informe reciente que Los Tiguerones “han logrado penetrarse en instituciones del Estado como el Consejo de la Judicatura, Fiscalía, Policía Nacional, FFAA y Gobiernos Autónomos Descentralizados. Su alcance se evidenció con un futbolista perteneciente al Barcelona Sporting Club a quien, según las investigaciones, era quien recibía información para ordenar varios sicariatos”.

Los Tiguerones son liderados por William Jofre Alcívar Bautista, alias Willy, quien trabajó durante muchos años como guardia carcelario.

Raya gris

BBC

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