De discursos breves, mirada recia y custodiado siempre por un fuerte esquema de seguridad, el presidente Daniel Noboa aspira a la reelección en Ecuador con el compromiso de redoblar su apuesta para enfrentar a un narco envalentonado.
Con poca experiencia política, a los 35 años se convirtió en el mandatario más joven en la historia de Ecuador. Pero "nada se resuelve en un año", repite el hoy gobernante de 37 y con la aspiración de mantenerse en el poder con sus políticas de mano dura contra las mafias.
Los narcos "nunca se imaginaron que yo tenía los huevos para declararles la guerra", dijo al New Yorker en junio.
De lograr la reelección para cuatro años romperá por partida doble la mala racha de su padre, un magnate bananero que pretendió en cinco ocasiones la presidencia sin éxito.
Nacido en Estados Unidos y graduado en prestigiosas universidades extranjeras, Noboa fue elegido para completar hasta mayo el período de Guillermo Lasso. El exmandatario disolvió el Congreso y dio paso a elecciones anticipadas para evadir la destitución en un juicio político por corrupción.
Noboa es sommelier, más joven quiso ser músico, intentó ser vegetariano, colecciona ajíes y le apasionan los autos, los caballos y las guitarras, según familiares cercanos.
Aunque es uno de los presidentes más populares de Latinoamérica, las últimas encuestas prevén un balotaje reñido contra la izquierdista Luisa González, heredera política del exgobernante Rafael Correa (2007-2017).
– "Más soldados" –
Atlético y tatuado, Noboa evita el espectáculo en tarima, las conferencias de prensa y las entrevistas, pero reparte abrazos y selfies a su paso.
Amasó apoyos con una espectacular ofensiva contra el narco que incluyó el envío de militares a las calles y dentro de las cárceles, donde exhibió presos semidesnudos, lo que le ha válido comparaciones con su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele.
También ha sido criticado por organismos de derechos humanos por abusos de la fuerza pública durante los prolongados estados de excepción y la declaratoria de conflicto armado interno.
Cuatro niños fueron asesinados y calcinados en Guayaquil (suroeste), en un caso que enloda a 16 militares.
En la recta final, ha buscado el apoyo del presidente estadounidense Donald Trump en la lucha contra el crimen y no descarta el regreso de bases militares extranjeras, hoy prohibido por ley.
Además anunció una alianza con Erik Prince, fundador de la cuestionada empresa estadounidense de seguridad Blackwater, cuyos empleados mataron e hirieron a decenas de civiles en Irak.
"Necesitamos más soldados para pelear esta guerra (…) El 70% de la cocaína mundial sale por Ecuador, necesitamos la ayuda de las fuerzas internacionales", dijo a la BBC.
Su relación con gobiernos de izquierda es tensa. Con México rompió lazos diplomáticos tras ordenar una incursión policial en su embajada en Quito para capturar al exvicepresidente correísta Jorge Glas, condenado por corrupción.
Noboa se atribuye haber disminuido la tasa de homicidios del récord de 47 por cada 100.000 habitantes en 2023 a 38 en 2024.
"Nosotros no somos una promesa. Nosotros somos una realidad", afirmó.
En 2024 Ecuador fue el país de Latinoamérica con más asesinatos en proporción a su población, según Insight Crime.
– Joven influencer –
Noboa se define de centro izquierda, pero triunfó con el respaldo de parte de la derecha y aplica una economía neoliberal.
En redes sociales se muestra cercano a la gente y católica devoto.
Sus allegados dicen que es un hombre de rutinas y disciplina: dieta balanceada, corre hasta 10 kilómetros diarios, toma batidos de proteína y trasnocha poco.
El círculo cercano de Noboa está integrado por amigos del colegio y algunos de ellos hacen parte de su equipo de trabajo.
En los mitines, sus seguidores hacen cola por una de las tantas imágenes del mandatario en tamaño real que se reparten en todo el país.
De brazos cruzados, con pantalones cortos o atuendo informal, las figuras han sido utilizadas por la oposición para llamarlo "presidente de cartón".
Está casado con Lavinia Valbonesi, influencer de 26 años con la que tuvo dos de sus tres hijos.
Su exesposa Gabriela Goldbaum lo acusó ante el Congreso de machismo y violencia vicaria, al usar la hija que tienen en común para causarle "dolor". La empresaria dice haber interpuesto decenas de demandas para impedirle comunicarse con la niña de 5 años, entre otros abusos.
No es la única denuncia contra Noboa: la vicepresidenta Verónica Abad, elegida en binomio en 2023, lo acusa de violencia de género tras sus intentos de apartarla del cargo.
(Lina VANEGAS)
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