Este 1 de marzo, los estudiantes serbios volvieron a congregar a miles de personas en Niš, tercera ciudad del país, para protestar contra la corrupción, el nepotismo y la monopolización de la vida pública.
Con el corresponsal de RFI en Niš, Laurent Rouy
En Serbia, si bien los estudiantes no nombran al presidente Aleksandar Vučić, todos lo critican por sus ataques a la democracia.
Valores democráticos
“El carné del partido es necesario en todas partes, empezando por las guarderías y los hospitales… En la guardería, por ejemplo, esperamos cuatro años para conseguir una plaza para mi hija simplemente porque no teníamos contacto con el partido”, explica Stefania, una joven madre.
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A la manifestación asistieron serbios de todo el país. Las reivindicaciones giraban en torno a valores democráticos esenciales. Los estudiantes subieron al estrado uno tras otro.
“La justicia es la base de una sociedad estable. Queremos tribunales independientes. Medios de comunicación libres. Instituciones libres cuyo trabajo se rija por la ley y no por presiones políticas”, afirma una mujer desde el estrado.
“Nadie sabe cuándo acabará todo”
El principal objetivo de estas protestas en las principales ciudades de provincia es mostrar al público desinformado el apoyo masivo al movimiento.
Andjela ya habla de la próxima manifestación: “Nunca ha habido tanta gente en Niš. Creo que toda esta gente irá a Belgrado. Nadie sabe cuándo acabará todo, pero Belgrado es la capital. Suponemos que la próxima manifestación tendrá repercusión y que habrá mucha gente allí”, explica esta estudiante de filosofía.
El presidente Vucic sigue haciendo oídos sordos a los manifestantes y nada hace pensar que vaya a cambiar de actitud.
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