El Departamento de Defensa de Estados Unidos autorizó este viernes a las tropas de la Guardia Nacional, desplegadas en Washington por orden del presidente Donald Trump, a portar sus armas de servicio.

"Bajo la dirección del secretario de Defensa, los miembros de la Joint Task Force-DC (Fuerza de Tarea Conjunta del Distrito de Columbia), que apoyan la misión de reducir la tasa de criminalidad en la capital de nuestra nación, pronto estarán en misión con sus armas de servicio de acuerdo con su misión y formación", confirmó a EFE un oficial del Pentágono.

Sin embargo, no se informó de cuándo empezará ni la razón de esta decisión que afectará a los miembros de la JTC, formada por los 800 miembros de la Guardia de Washington, más los de los seis estados gobernados por republicanos (Virginia Occidental, Carolina del Sur, Ohio, Misisipi, Luisiana y Tennessee) que han decidido enviar más efectivos.

Tras la llegada de estos, el número asciende a unos 2.000 efectivos solo de la Guardia Nacional. También patrullan en la ciudad la Policía Metropolitana y agentes federales del FBI, la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).

"El Comandante General Interino de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia se reserva la autoridad para realizar los ajustes necesarios en la postura de fuerza, en coordinación con la Policía Metropolitana del Distrito de Columbia y las fuerzas del orden federales", explicó Defensa.

El pasado 11 de agosto, Trump tomó el control de la seguridad de Washington, por 30 días inicialmente, amparándose en la ley que permite intervenir la autoridad de la ciudad, justificando que existe una "emergencia" por la alta criminalidad.

Este viernes, al ser consultado al respecto, el mandatario sugirió que podría ampliar dicho plazo si lo considera necesario. Para ello requiere la aprobación del Congreso, pero confía en obtenerla, puesto que cuenta con mayoría en ambas cámaras.

De acuerdo con los últimos datos de la fiscal general Pam Bondi, el número de arrestos en la ciudad asciende a 719 desde que se inició el operativo y se han requisado 91 armas ilegales.

Solo ayer el ICE detuvo a 36 personas, mientras activistas y organizaciones denuncian que se está aprovechando el operativo para detener a inmigrantes que no tienen nada que ver con el crimen de la capital.

Trump presumió de estos datos y no descartó extender el operativo a otras metrópolis, como Chicago o San Francisco.

Al igual que Washington, Chicago y San Francisco se encuentran en estados demócratas, y en las tres ciudades los datos de criminalidad se sitúan por detrás de otras como Memphis, en el estado de Tennessee; St. Louis, en Misuri; o Detroit, en Michigan. Todas ubicadas en estados republicanos y de las que poco se habla.