El expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica, que falleció este martes a los 89 años, abrazó la democracia tras un pasado guerrillero y encarnó la austeridad que proclamaba, ambos cimientos de su gran popularidad internacional.
Pero fue su estilo alejado de todo protocolo y consecuente con su prédica anticonsumo y su defensa del planeta lo que catapultó su fama.
Mujica, considerado "el presidente más pobre del mundo" por vivir modestamente en las afueras de Montevideo, conducir un viejo Volkswagen "Escarabajo" y donar gran parte de su salario a organizaciones benéficas, fue para muchos el sabio de la tribu que vivió muchas vidas, y todas de película.
– Flores y fusiles –
José Alberto Mujica Cordano nació en Montevideo el 20 de mayo de 1935. Descendiente de inmigrantes vascos e italianos, fue criado por su madre, "una doña muy dura", según él solía decir. Tras la temprana muerte de su padre, cultivaba flores que vendía en mercados callejeros para ayudar en su casa.
Siempre amó el trabajo de campo, pero la política fue su gran pasión.
Militó primero en el Partido Nacional conservador, al que su familia estaba vinculada, hasta que en los años 1960 se sumó al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), la guerrilla que inspirada en la revolución cubana buscó desmontar el "Estado burgués" a punta de robos, secuestros y asesinatos.
Sufrió heridas de bala, perdió el bazo, se ocultó en cloacas, lo apresaron cuatro veces y se escapó dos. Una fue la espectacular fuga de un centenar de presos del penal de Punta Carretas en 1971 en Montevideo, hoy convertida en un centro comercial.
Recapturado en 1972, estuvo preso 13 años, la mayor parte aislada y torturada bajo la dictadura cívico-militar que gobernó el país de 1973 a 1985.
Con la restauración democrática fue amnistiado y en 1995 se convirtió en el primer dirigente histórico del MLN-T en ingresar al Parlamento como diputado del Movimiento de Participación Popular (MPP), que fundó dentro de la coalición izquierdista Frente Amplio (FA), y con el que luego sería elegido senador en 2000.
Para 2005, cuando la izquierda llegó por primera vez al poder en Uruguay con Tabaré Vázquez, el MPP era la principal fuerza del FA. Mujica juró entonces como ministro de Ganadería. Estaba cada vez más cerca de cumplir el sueño de su madre y ser presidente.
– El otro "Pepe" –
En 2009, cuatro décadas después de buscar el poder por las armas, Mujica lo obtuvo en las urnas.
Durante su gobierno, su apoyo a iniciativas sobre derechos reproductivos, matrimonio como unión civil entre dos personas sin distinción de sexo, y producción y venta de marihuana con fines recreativos, lo colocó entre las 100 personas más influyentes del mundo, según las revistas estadounidenses Foreign Policy y Time.
Fue comparado incluso con otro icónico "Pepe" uruguayo: don José Batlle y Ordoñez, quien a comienzos del siglo XX hizo de Uruguay el primer Estado de bienestar en América.
Pero la gestión de Mujica tuvo sus sombras. No cumplió con las promesas de reforma educativa, inversión en infraestructura y prudencia en el gasto. Su gobierno terminó con un déficit del 3,5% del PIB y un enorme agujero en las finanzas de la petrolera estatal.
Tras dejar la Presidencia, Mujica fue reelegido al Senado, pero en octubre de 2020, con 85 años, abandonó su banca por los riesgos que el covid suponía para su deteriorada salud.
Considerado uno de los políticos más astutos del país y un gran negociador, siguió siendo uno de los referentes más importantes del país. Dirigentes nacionales e internacionales hicieron peregrinaciones constantes a su granja de Rincón del Cerro, en las afueras de Montevideo.
A pesar de su cáncer de esófago diagnosticado en mayo de 2024 hizo campaña activa para que su delfín Yamandú Orsi fuera elegido presidente para el periodo 2025-2030.
Mujica anunció el 9 de enero de 2025 que tenía metástasis en el hígado y pedía morir tranquilo. "El guerrero tiene derecho a su descanso", dijo al despedirse de sus compatriotas.
El hombre que inspiró decenas de libros, historietas, murales y películas, incluido un filme apologético del serbio Emir Kusturica, hablaba del amor como "la única adicción saludable".
Casado en 2005 con Lucía Topolansky, su compañera por décadas, exguerrillera como él y exvicepresidenta de Uruguay (2017-2020), Mujica no tuvo hijos, algo que dijo lamentar.
"Somos unos privilegiados", declaró a la AFP en noviembre pasado, agradecido de poder seguir viviendo con ella en la chacra. Allí quería que lo enterraran, junto a Manuela, su querida perrita de tres patas, bajo un árbol que él mismo plantó.
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