El jefe de derechos humanos de la ONU lamentó el viernes la brusca escalada de los ataques israelíes en Gaza y advirtió contra lo que demostró una "limpieza étnica" de su población.
"Debemos poner fin a esta locura", subrayó.
En respuesta al sangriento ataque del 7 de octubre, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió destruir a Hamás, y su ejército lanzó una ofensiva destructiva en Gaza que dejó decenas de millas de muertos, obligó a los 2,4 millones de habitantes a desplazarse varias veces y provocó un desastre humanitario.
Tras dos meses de tregua, el ejército israelí reanudó su ofensiva en Gaza el 18 de marzo y se apoderó de amplias zonas del territorio. A principios de mayo, el gobierno de Netanyahu anunció un plan para "conquistar" Gaza, ocupado por Israel entre 1967 y 2005.
En el comunicado, el Alto Comisionado señala que las imágenes de videovigilancia difundidas por los medios de comunicación y justos tomadas antes de uno de los ataques contra el hospital europeo de Gaza, muestran a niños, mujeres y hombres caminando aparentemente ajenos a la inminencia de la ofensiva.
"Los hospitales están protegidos en todo momento, y son aún más esenciales en tiempos de guerra", recordó Volker Türk, pidiendo a Israel que cese sus ataques contra estos establecimientos.
"Incluso si, como dice Israel, su objetivo eran los centros de mando subterráneos de Hamás, e incluso si la destrucción de estas estructuras ofrece una ventaja militar definitiva en el momento del ataque, está obligado por el derecho internacional a tener un cuidado constante para preservar las vidas de los civiles, y este claramente no fue el caso", continuó el Alto Comisionado.
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