El Ministerio del Interior saudí indicó que el ciudadano saudí "cometió delitos terroristas que resultaron en la muerte de una persona y lesiones a otra, abrió fuego contra personal y patrullas de seguridad, y poseyó armas y municiones para perturbar la seguridad y la estabilidad social".
Después de que la sentencia se confirmara por el Tribunal Supremo tras ser apelada, una orden real ratificó su ejecución, que se llevó a cabo hoy en Riad.
"Al anunciar esto, el Ministerio del Interior desea reafirmar el compromiso del Gobierno de Arabia Saudí con el mantenimiento de la seguridad, la justicia y la aplicación de las disposiciones de la sharía (ley) islámica contra cualquiera que ataque a inocentes, derrame su sangre o viole su derecho a la vida y la seguridad. Al mismo tiempo, advierte a quienes se atrevan a actuar de esa manera que se enfrentarán a un castigo legal", según la nota.
De acuerdo con datos de la Organización Europea Saudí para los Derechos Humanos (ESOHR, por sus siglas en inglés), con sede en Alemania y que contabiliza las ejecuciones en el reino, agosto ha sido el mes con más en 2025, con 49 ejecuciones.
Esto eleva a 273 los ajusticiados en lo que va de año, según la ONG, que indicó que el 75 % de las ejecuciones son por cargos relacionados con las drogas, que el derecho internacional no considera entre los delitos más graves.
De los 49 ejecutados en agosto, 34 son extranjeros, siendo los somalíes y los etíopes las nacionalidades más castigadas.
En 2024, Arabia Saudí llevó a cabo 345 ejecuciones, un número récord desde que hay registros en el país, según las ONG.
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