El presidente de EE. UU., Donald Trump, se embarca en una primera gira que le llevará por tres países de Oriente Medio: Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. El líder de la Casa Blanca llega a la región en medio de negociaciones nucleares con Irán, la guerra de Gaza y la posible retirada de sanciones a Siria. A continuación, las claves de su viaje por las monarquías del Golfo.
El presidente estadounidense Donald Trump inicia una gira por Medio Oriente –con paradas en Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos– para abordar las relaciones bilaterales que mantiene Washington con estos países, donde está previsto que cierre lucrativos acuerdos económicos.
Pero también entre sus prioridades está abordar asuntos pendientes en la región, como el diálogo nuclear con Irán, el libre tránsito de mercancías por el mar Rojo, los cimientos de una posible salida a la guerra en Gaza o el complejo tablero sirio tras la caída del régimen de Bashar al-Assad.
Se espera que Trump centre su gira en estas tres naciones ricas en energía que albergan proyectos inmobiliarios existentes o planificados de marca Trump, lugares en los que pretende aprovechar los intereses económicos estadounidenses para sellar acuerdos comerciales, especialmente en Qatar, país que se dispone a regalar el nuevo Air Force One.
En su primera parada el martes 13 de mayo, en Riad, donde será recibido por la familia real, en cabeza de Mohammed Bin Salman, tiene previsto inaugurar un foro de inversiones Arabia Saudita-Estados Unidos. Además, desde el país del Golfo han construido lazos personales con el presidente y han prometido colectivamente billones en inversiones en Estados Unidos.
La seguridad es, según los analistas, uno de los puntos clave en la visita del máximo mandatario estadounidense. Arabia Saudita, además, busca un anhelado pacto en defensa, pretende hacerse con importantes cantidades de armamento y sistemas de radar brindados por Estados Unidos.
En el plano diplomático, el Gobierno saudita afirmó también que espera que se logren "intereses y visión comunes" con el presidente. De hecho, el país, a través de su ministro de Estado, destacó en una rueda de prensa que seguía de cerca los acontecimientos en la región y el mundo", y reiteró "su categórico rechazo" al anuncio de Israel sobre una "incursión y control de la Franja de Gaza y los territorios palestinos". Por lo tanto, se espera que la causa palestina esté sobre la mesa.
Tras poner fin a un alto el fuego hace dos meses, Israel intensifica la guerra en la Franja de Gaza, donde el bloqueo de alimentos, medicamentos y otros suministros agrava la crisis humanitaria. Irán, archienemigo de Israel y rival de Arabia Saudita, estará también en el punto de mira.
Qatar, la segunda parada de Trump, incluirá reuniones con el Emir y una lista relacionada con cooperación militar, puesto que el país alberga la mayor base militar en ultramar, o seguridad regional. Doha, ahora gran aliada de Damasco, también buscará que Estados Unidos levante las sanciones de larga duración impuestas a Siria, acción que se daba en un contexto donde Bashar al-Assad ocupaba el palacio presidencial.
Emiratos Árabes Unidos conformará la última parada de esta gira. El país ya anunció este año una inversión de 1.400 millones de dólares en semiconductores, manufactura y energía. Pero una de las áreas estratégicas donde el país está centrado es en la Inteligencia Artificial. En un intento por diversificar su economía, la nación enfrenta una serie de restricciones de la era Biden que confían en eliminar con la visita de Trump.
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Primera gira, sin Israel
Un lugar “ideal” para todos los analistas cuestionados por las principales agencias, para una primera gira que Donald Trump realizará en su segundo mandato, pero donde faltan países.
Así, Israel no figura en la agenda del líder de la Casa Blanca, para sorpresa de muchos. El movimiento llega luego de que Washington anunciara la detención de las hostilidades contra los rebeldes hutíes de Yemen a cambio de frenar los ataques a los buques estadounidenses.
Entretanto, las alarmas de Israel siguen encendidas por los misiles contra su país por parte de los hutíes. A la vez, la mesa de negociación por el programa nuclear iraní también sorprende al Gobierno de Benjamin Netanyahu que ve cómo Washington cierra su propia agenda exterior sin contemplar a su mayor aliado en Medio Oriente.
Pero el embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, minimiza la importancia de la decisión de Trump de no visitar el país, al asegurar en entrevistas con medios israelíes que su visita a la región se centra en cuestiones económicas.
Turquía, ¿posible destino?
Mientras Trump se encuentre en la zona, Ucrania y Rusia se sentarían a la mesa de negociaciones en Estambul. El encuentro tendría lugar el jueves 15 de mayo, ante una gran expectativa por el futuro de la guerra que mantienen ambos países. Con la mediación de Turquía, Trump se mostró optimista por unas conversaciones que pretenden encabezar los presidentes de Ucrania, Volodímir Zelenski, y de Rusia, Vladímir Putin.
Sin embargo, las eventuales conversaciones están plagadas de tensiones e incertidumbre. El Kremlin rechazó en las últimas horas la propuesta tregua, que exige Kiev antes de sentarse en la mesa, tras calificar de "inadmisibles" las amenazas de nuevas sanciones por parte de Europa si no acepta un alto el fuego por 30 días antes de que termine este lunes 12 de mayo.
Trump no cierra la puerta a personarse: “Tengo tantas reuniones (…) Supongo que existe la posibilidad, si pienso que las cosas pueden pasar”, sostuvo.
Según afirmó, existe “potencial para una buena reunión” entre Putin y Zelenski, pero dejó todo en manos del presidente turco: “No subestimen la reunión del jueves en Turquía, el presidente Erdogan es el gran anfitrión”, remarcó.
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Con AP, Reuters y medios locales
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