Un tribunal comercial federal impidió el miércoles que el presidente Donald Trump impusiera amplios aranceles a las importaciones bajo una ley de poderes de emergencia, poniendo rápidamente en duda el conjunto de políticas económicas emblemáticas de Trump que han sacudido los mercados financieros mundiales, frustrado a los socios comerciales y generado temores más amplios sobre una intensificación de la inflación y una caída de la economía.
El fallo de un panel de tres jueces del Tribunal de Comercio Internacional con sede en Nueva York se produjo después de varias demandas que argumentaban que Trump había excedido su autoridad y había dejado la política comercial estadounidense dependiente de sus caprichos.
Trump ha afirmado repetidamente que los aranceles obligarían a los fabricantes a traer empleos de fábrica a Estados Unidos y a generar suficientes ingresos para reducir el déficit presupuestario federal. Utilizó los aranceles como arma de negociación con la esperanza de obligar a otros países a negociar acuerdos que favorecieran a Estados Unidos, insinuando que él mismo establecería las tarifas si las condiciones no le resultaban satisfactorias.
El portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, dijo que los déficits comerciales son una emergencia nacional “que ha diezmado las comunidades estadounidenses, ha dejado atrás a nuestros trabajadores y ha debilitado nuestra base industrial de defensa, hechos que el tribunal no cuestionó”.
"El Tribunal no se pronuncia sobre la sensatez o la posible eficacia del uso de los aranceles por parte del Presidente como instrumento de presión. Ese uso es inadmisible no porque sea imprudente o ineficaz, sino porque [la ley federal] no lo permite", dijeron los jueces tras anunciar su decisión.
La sentencia nació tras la presentación de dos demandas en contra del uso trumpista de los aranceles. La primera fue presentada por la organización Liberty Justice Center, representando a cinco empresas pequeñas basadas en Estados Unidos que importan productos desde países afectados por las nuevas barreras comerciales impuestas por el líder republicano.
La segunda fue presentada por 13 gobiernos estatales del país.
Minutos después de la sentencia, Washington presentó un recurso de apelación, que será analizado en los próximos días. Los fallos del Tribunal de Comercio Internacional pueden ser apelados ante el Tribunal de Apelación del Circuito Federal de Estados Unidos y, en última instancia, ante el Tribunal Supremo.
"Esta sentencia reafirma que nuestras leyes importan"
El fallo del tribunal comercial de Manhattan es uno de los desafíos legales más importantes en los primeros meses de la Administración de Trump, quién ha presentado su nueva política arancelaria como una de las herramientas claves para 'hacer grande a Estados Unidos otra vez', en su intento de recuperar la economía estadounidense.
Trump anunció su nueva estrategia de aranceles recíprocos el 2 de abril, imponiendo un gran abanico de nuevas tasas arancelarias a gran parte de los Estados con los que intercambia bienes, semanas después de haber impuesto tasas similares en contra de sus vecinos, México y Canadá, escudándose en el combate contra el fentanilo y la crisis migratoria.
Sin embargo, la mayoría de los aranceles anunciados el 2 de abril fueron pausados días después, el 9, después de que las bolsas de valores internacionales reaccionaran de manera estruendosa y a la baja a su decisión. Por el momento, Trump había decidido mantener solo impuestos del 10% durante 90 días, con el objetivo de alcanzar nuevos acuerdos comerciales.
Las empresas que forman parte de la primera demanda van desde importadores de vinos hasta fabricantes de instrumentos musicales, quienes señalan a las nuevas medidas trumpistas por afectar su "capacidad de hacer negocios".
"Este fallo reafirma que nuestras leyes importan, y que las decisiones comerciales no pueden tomarse por capricho del presidente", dijo el fiscal general de Oregón, Dan Rayfield, quien lidera la demanda de los 13 estados en contra de la Casa Blanca.
Si se mantiene el fallo del tribunal ante las apelaciones de Trump, el Gobierno debería detener por completo el cobro de sus nuevos aranceles, aunque la sentencia actual no deja muy claro el cómo. Según el escrito, Washington tiene hasta 10 días para detenerlos.
Con EFE, Reuters y medios locales
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