El registro de varios tornados en el centro del territorio estadounidense ha provocado la muerte de al menos a 27 personas en los estados de Missouri y Kentucky. Las tormentas también han causado daños en numerosas estructuras, según lo reportado por las autoridades.
Al menos 27 muertes y numerosas estructuras en ruinas en Missouri y Kentucky ha dejado el paso de tormentas y varios tornados en el centro y medio oeste del territorio estadounidense en las jornadas entre el 16 y el 17 de mayo.
Andy Beshear, gobernador de Kentucky, confirmó que al menos 18 de los fallecimientos se produjeron en su estado y que diez afectados permanecen hospitalizados en condición crítica.
Cerca de 24 vías están parcialmente cerradas y algunas no podrán reabrirse en días, afirmó Beshear. Los tornados han destruido viviendas, lanzado automóviles y dejado a muchos ciudadanos sin hogar. El temporal acabó con la vida del mayor Roger Leatherman, de 39 años, un veterano del departamento de bomberos del condado de Pulaski, mientras apoyaba algunas labores de rescate.
“En estos momentos necesitamos que todo el mundo sea realmente buen vecino de esta región”, dijo el gobernador, quien afirmó que se prevé que el número de víctimas aumente, dada la intensidad de las tormentas. El director de gestión de emergencias del estado, Eric Gibson, dijo que cientos de casas resultaron afectadas.
“Podías escuchar las cosas literalmente desgarrándose a lo lejos, cristales rompiéndose por todas partes, rugiendo como un tren de mercancías”, recordó Kayla Patterson, quien se refugió con su pareja y sus cinco hijos en una bañera en el sótano de su casa mientras el tornado hacía estragos. “Fue terrible”, dijo.
Las labores de rastreo y rescate persisten en terreno, según lo indicado desde la oficina de la Policía. Las autoridades habilitaron un refugio de emergencia en una escuela de la zona, donde el sábado comenzaron a llegar donaciones de alimentos y otros artículos de primera necesidad.
Daños severos en Missouri y el recorte de Trump a agencias meteorológicas
Varias comunidades de la región, evaluaban los daños el sábado por la mañana, con docenas de edificios destruidos, mientras se organizaba la ayuda para las víctimas. Fuertes vientos tumbaron torres de telefonía y semáforos, también arrancaron los techos y árboles.
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Se han desplegado alrededor de 500 rescatistas, incluidos 17 equipos de búsqueda, y los resultados iniciales sugieren que el número de heridos es relativamente bajo en comparación con el daño general, de acuerdo con lo señalado por el jefe de bomberos, Denis Henderson.
La Cruz Roja de Missouri anunció que ha establecido varios centros de recepción de ayudas para las víctimas del desastre.
El registro de los hechos se da en medio de un contexto en el que el Servicio Meteorológico Nacional se enfrenta a la escasez de personal, con casi 600 profesionales que abandonaron la agencia después de que la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ordenara recortes, informó 'The New York Times'.
A petición del Gobierno de Trump, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) despidió a cerca del 20% de su personal. Los recortes y despidos han obligado a algunas oficinas locales a dejar de operar en materia de vigilancia meteorológica las 24 horas los 7 días de la semana, informó el miércoles el diario 'The Washington Post'.
Con Reuters, AP, AFP, EFE y medios locales
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