Al menos una persona murió y ocho resultaron heridas en los bombardeos sobre la región de Nabatieh. Israel afirma haber destruido infraestructura clave de Hezbolá, mientras Líbano denuncia violaciones del acuerdo de cese al fuego alcanzado en noviembre. Ambas partes se acusan de incumplimientos y la tensión en la frontera sigue en aumento.
En el bombardeo más intenso en la región desde finales de noviembre, cuando comenzó el alto el fuego con Hezbolá, Israel lanzó al menos 14 ataques aéreos en el sur del Líbano el jueves en horario escolar.
El ministerio de Salud del Líbano informó, en un balance provisional, que al menos una persona murió y otras ocho resultaron heridas en los ataques en el sur del Líbano.
Densas columnas de humo se elevaban desde las colinas afectadas en la zona del fuerte de Beaufort, en la región de Nabatieh, a unos 12 km de la frontera.
La agencia oficial de noticias libanesa ANN dijo que Israel lanzó "violentos ataques en dos oleadas" contra valles, montañas y bosques desde las 11:15 hora local (08:15 GMT) contra áreas entre las poblaciones de Kfar Tibnit, Nabatieh al Fawqa y Kfar Reman.
Horas después, el ejército israelí afirmó haber atacado una infraestructura de Hezbolá en el sur, supuestamente usada "para gestionar su arsenal de fuego y defensa".
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"Esta infraestructura es parte de un importante proyecto subterráneo que, gracias a los ataques de las Fuerzas Armadas, ha quedado inoperable", añadió el ejército en un comunicado y advirtió, además, que "seguirán actuando para eliminar cualquier amenaza al Estado de Israel y evitar cualquier intento de rehabilitar la organización terrorista Hezbolá".
El grupo chiita, que previamente había declarado la retirada de todas sus fuerzas del sur en cumplimiento de la tregua negociada por Estados Unidos, no hizo comentarios inmediatos.
¿Y el alto el fuego?
Antes de estos ataques, el primer ministro libanés, Nawaf Salam, que se encuentra hoy de visita en la región fronteriza con Siria, subrayó en la red social X la necesidad de "poner fin a las violaciones israelíes lo antes posible" y declaró desde Baalbek (este) que el Gobierno hace "todos los esfuerzos diplomáticos posibles para detener estas acciones y retirar a Israel", según la agencia ANN.
Israel ha realizado ataques aéreos en el sur del Líbano con regularidad desde el alto el fuego, acordado el pasado noviembre, y también ha atacado en varias ocasiones los suburbios del sur de Beirut, controlados por Hezbolá, al que infligió enormes daños durante la guerra del año pasado: mató a miles de sus combatientes, destruyó gran parte de su arsenal y eliminó a sus principales líderes, incluido Hassan Nasrallah.
El alto el fuego establece que ni Hezbolá ni otros grupos armados pueden estar armados en las áreas próximas a la frontera, al sur del río Litani, que desemboca en el mar Mediterráneo unos 20 kilómetros al norte de la frontera con Israel. También contempla el retiro de las fuerzas israelíes del sur del Líbano y el despliegue del ejército libanés en la zona fronteriza.
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Sin embargo, tanto Líbano como Israel se acusan mutuamente de incumplir el acuerdo. Israel aún mantiene presencia militar en cinco posiciones en las colinas del sur, y se han registrado dos lanzamientos de cohetes desde territorio libanés hacia Israel, aunque Hezbolá ha negado estar involucrado.
De conformidad con los términos del alto el fuego, el líder de Hezbolá, Naim Qassem, ha declarado que el grupo ya no tiene armas en el sur del Líbano.
También en cumplimiento con el pacto, el Líbano ha desplegado a su Ejército en la región sur para sustituir la presencia del grupo chiita libanés Hezbolá, al que ahora busca desarmar como siguiente paso, aunque el movimiento supedita cualquier diálogo sobre seguridad al previo cese de los ataques israelíes.
En dos ocasiones desde el alto el fuego, las autoridades libanesas han detenido a militantes palestinos, incluidos miembros de Hamás, acusados de disparar cohetes hacia Israel desde el Líbano; lo que en ambos casos provocó ataques aéreos israelíes contra los suburbios del sur de Beirut.
La guerra se agravó después de que Hezbolá abrió fuego contra Israel al comienzo de la guerra de Gaza, declarando su solidaridad con su aliado palestino, Hamás.
Desde entonces, el conflicto ha dejado un saldo creciente de víctimas: el Gobierno libanés anunció recientemente que había contabilizado la muerte de 190 personas a manos de Israel desde la entrada en vigor del alto el fuego.
Con Reuters y EFE
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