La Casa Blanca anunció la consecución de un acuerdo con Rusia y Ucrania, por separado, para asegurar la paz en el mar Negro, después de que una delegación estadounidense emprendiera conversaciones con ambos lados en Arabia Saudita los últimos días. Además, las partes también llegaron a un pacto de alto el fuego sobre sus infraestructuras energéticas. No obstante, ha puesto condiciones.
Un significativo acuerdo entre Rusia y Ucrania desde el inicio de la guerra, en 2022. A través de dos comunicados distintos, conjuntos con ambas partes, el Gobierno estadounidense reveló que Moscú y Kiev se comprometieron a cesar sus enfrentamientos en el mar Negro, además de pausar momentáneamente los ataques cruzados en contra de las infraestructuras energéticas.
El pacto sobre el mar Negro tiene el objetivo de "garantizar una navegación segura, eliminar el uso de la fuerza y evitar el uso de buques comerciales con fines militares" dentro de la zona, según uno de los comunicados publicados por la Casa Blanca.
Como ambas partes beligerantes pidieron, Estados Unidos se compromete a ser el garante del acuerdo y monitorear su cumplimiento, ante la desconfianza que los Gobiernos ruso y ucraniano han mostrado entre ellos desde el inicio de las hostilidades. Aunque en principio se hablaba de 30 días iniciales, el acuerdo final no contempla una fecha clara como límite.
Sobre la tregua marítima, el Kremlin compartió que uno de sus requerimientos para aceptar el armisticio en el mar Negro ES el levantamiento de sanciones contra su sector agrícola, así como la reinserción de la principal agencia financiera rusa del sector en el sistema SWIFT. Moscú descartó iniciar su participación en el cese al fuego hasta que no se cumplan sus demandas.
Aunque la Casa Blanca reconoció en su comunicado el compromiso del Gobierno por "restablecer el acceso de Rusia a los mercados mundiales para sus exportaciones agrícolas y de fertilizantes", el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, criticó la actitud rusa, afirmando que el levantamiento de sanciones no era parte de las condiciones para llegar a un acuerdo.
"Por desgracia, incluso ahora, incluso hoy, en el mismo día de las negociaciones, vemos cómo los rusos ya han empezado a manipular (…) Ya están intentando distorsionar los acuerdos y, de hecho, engañan tanto a nuestros intermediarios como al mundo entero", dijo el mandatario ucraniano en un video publicado en sus redes sociales.
Alto el fuego energético
Aparte del acuerdo por el cese al fuego marítimo, Kiev y Moscú también pactaron un alto al fuego en la infraestructura energética. La tregua había sido trabajada desde hace días por la delegación estadounidense en la ciudad saudita de Riad, donde se reunió primero con los ucranianos el 23 de marzo, con los rusos un día después, y de nuevo con los emisarios de Kiev.
El acuerdo llega días después de la histórica llamada entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la cual ambos acercaron sus posturas sobre el posible fin de la guerra en Ucrania, aunque el líder del Kremlin rechazó, en principio, una propuesta de cese al fuego temporal por 30 días ideada por Washington.
Sobre la infraestructura energética, Rusia confirmó su adhesión a la pausa en el fuego cruzado contra la energía, añadiendo que compartió una lista de centrales y edificios relacionados con el sector energético que busca proteger. Ucrania hizo lo mismo.
La lista de inmuebles 'vetados' en las hostilidades incluye centrales eléctricas, transformadores, subestaciones, gasoductos, oleoductos, refinerías y depósitos de petróleo, entre otros lugares estratégicos para ambos países.
Un punto esencial también es el compromiso adquirido por no impactar las plantas nucleares de ambos bandos.
Rusia clarificó que su participación en el acuerdo durará, inicialmente, 30 días desde el 18 de marzo, fecha en la que Putin confirmó que su Ejército impulsaría unilateralmente el cese a las hostilidades contra la energía ucraniana para "mostrar su buena fe".
Dudas por el cumplimiento en ambos bandos
Aunque los acuerdos de cese al fuego son un primer acercamiento entre los Gobiernos de Moscú y Kiev desde los primeros meses de guerra, la desconfianza entre ambos bandos es palpable, mientras que la duración y la integridad de los acuerdos aún es incierta.
En su comunicado, el Kremlin reveló que la tregua podría ser prolongada si ambas partes lo creen posible, aunque también reconoció que sería suspendida definitivamente si uno de los bandos viola el acuerdo, una hipótesis que ha sido repetida en múltiples ocasiones por altos funcionarios del Gobierno.
"Necesitaremos garantías claras y, dada la triste experiencia de acuerdos solo con Kiev, las garantías solo pueden ser el resultado de una orden de Washington a Zelenski y su equipo para que hagan una cosa y no otra", sentenció Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso.
Por su parte, el bando de Kiev también desconfía. Zelenski reconoció la dificultad de su Gobierno para "confiar" en la parte rusa, pero indicó que harán todo para "ser constructivos"; el mandatario fue enfático en la importancia de que Estados Unidos funcione como mediador y garante de los acuerdos.
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“Si vemos que alguien lo está violando, nos comunicaremos con la parte estadounidense con los hechos y evidencias de que la parte rusa violó el acuerdo”, sentenció Zelenski.
El líder ucraniano también mencionó que no se incluyeron sanciones específicas en contra de aquel que llegue a violar el acuerdo, aunque lo achacó a un deseo de Washington por ganar la confianza en ambos lados y conseguir la paz.
Con EFE, Reuters y medios locales
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