Este martes 18 de marzo Israel mató a más de 400 personas en Gaza, la mayoría civiles, en una serie de ataques aéreos sorpresa, que golpean las negociaciones sobre un cese de hostilidades con Hamás. Los bombardeos rompen la tensa calma que se había apoderado del asediado enclave en los últimos meses durante la primera fase del acuerdo y enciende los temores sobre la reactivación del fuego cruzado. ¿Qué antecede todo esto? Lo repasamos.
Las bombas israelíes, antes del amanecer en la Franja de Gaza, impactaron este martes 18 de marzo el enclave palestino, tiñiendo el cielo de naranja por el fuego y rompiendo el silencio.
Los ataques aéreos del Ejército del país dirigido por Benjamin Netanyahu incendiaron un extenso campamento de tiendas de campaña al sur de la asediada Franja, en Khan Younis, destruyeron una prisión controlada por Hamás e impactaron el refugio de Al-Tabaeen en la Ciudad de Gaza.
Para el mediodía, más de 400 gazatíes habían muerto en lo que fue uno de los días más mortíferos de los 17 meses de guerra, tras los dos meses del inestable alto el fuego.
“Mis hijos murieron mientras tenían hambre”, afirmó este martes Fedaa Hamdan, quien perdió a su esposo y a sus dos hijos en los ataques a Khan Younis.
En medio del desconcierto, los palestinos intentaron rescatar los cuerpos de las víctimas entre los escombros, mientras que los padres llegaron a los hospitales descalzos y con sus hijos a cuestas, cubiertos de ceniza.
Desde el 19 de enero, día en el que había comenzado la primera fase del alto el fuego, cientos de miles de gazatíes retornaron a sus hogares, que en su mayoría habían sido destruidos.
El fuego israelí de este martes puso fin a la tensa calma que se había mantenido en la Franja de Gaza desde enero. Países de todo el mundo y actores de la escena política internacional han condenado este bombardeo, pidiendo materializar un nuevo acuerdo que ponga fin a las hostilidades.
¿Qué ocurrió en los últimos meses para que Israel pusiera fin al alto el fuego en Gaza? Lo repasamos.
1-El limbo de la segunda fase del acuerdo
El acuerdo -cuya primera fase inició el pasado 19 de enero- era en un principio un plan de tres etapas, la primera terminó hace solo dos semanas.
Durante esa primera fase, Hamás entregó un total de 33 rehernes, 25 vivos y los cadáveres de otros ocho, a cambio de la liberación de casi 2.000 prisioneros palestinos. También como parte del acuerdo, las fuerzas israelíes se retiraron a zonas de seguridad dentro del asediado enclave y cientos de miles de palestinos desplazados retornaron al norte de la Franja, zona que había sido objeto de los más intensos ataques de Israel previo al cese de hostilidades.
En paralelo, en el transcurso de la primera parte del acuerdo cada bando acusó al otro de violaciones, mientras que ataques israelíes mataron a decenas de palestinos acusados por el Ejército de participar en actividades relacionadas con Hamás o de entrar a zonas de exclusión. Con todo y eso, la tregua se mantuvo.
Un punto importante es que el pacto no contemplaba la devolución de más rehenes hasta que procediera la segunda fase. Esa segunda etapa siempre se consideró más difícil de materializar.
Desde el comienzo, Israel se mostró reacio a entrar en negociaciones sustanciales sobre la segunda fase, que debía conducir a un alto el fuego a largo plazo, la retirada completa de sus tropas del enclave palestino y el regreso de todos los rehenes capturados por Hamás en su ataque del 7 de octubre al sur del Estado de mayoría judía.
En la actualidad, el grupo islamista tiene en su poder a 59 rehenes, 35 de los cuales se cree que están muertos.
Tanto Estados Unidos, en cabeza de la Administración de Donald Trump, e Israel han presionado a Hamás para que acepte una nueva propuesta de alto el fuego y de esa manera libere a los rehenes israelíes restantes antes de pasar a una segunda etapa, y no durante, como contemplan los términos del acuerdo.
Mientras Hamás acusa a Israel de violar lo pactado, el Estado de mayoría judía defiende que el pasdo a la segunda etapa del acuerdo no era "automático".
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El 14 de marzo el Gobierno estadounidense presentó un plan “puente” para extender el alto el fuego hasta abril, y amenazó con responder “en consecuencia” si Hamás no contestaba a la nueva propuesta.
Dicho plan contemplaba la liberación de cinco rehenes vivos por parte de Hamás a cambio de 50 días de alto el fuego en el enclave palestino. Según fuentes oficiales citadas por la prensa israelí, durante ese tiempo se llevarían a cabo negociaciones sobre el futuro del acuerdo.
Ahora, el bombardeo de este martes a la Franja de Gaza podría significar un retorno completo a los combates entre Hamás e Israel, que se han cobrado la vida de decenas de miles de palestinos y la destrucción generalizada del enclave.
2-Presión política a Netanyahu
La reanudación de los ataques contra Gaza llega justo cuando Israel atraviesa una crisis interna por la decisión del premier israelí, Benjamin Netanyahu, de despedir al jefe del Shin Bet (servicio de inteligencia israelí), Ronen Bar.
A pesar de que el anuncio fue aplaudido por la bancada ultraderechista del Gobierno de Netanyahu, la decisión despertó críticas en la Fiscalía y en la oposición por tratarse de una medida “sin precedentes”, tal y como señaló Gali Baharav-Miara, fiscal general.
Y es que la decisión debería someterse a un proceso de votación por parte del Ejecutivo, precisamente mañana 19 de marzo. Así pues, para este jueves fueron convocadas protestas en el país contra la medida.
Dicho eso, la presión interna contra Netanyahu es cada vez mayor. En el Estado de mayoría judía hay cada vez más protestas masivas por el manejo de la crisis y la liberación de los rehenes por parte del premier. Mientras, el funcionario ha enfrentado múltiples pedidos de sus aliados más conservadores para no permitir ningún acuerdo que no implique la destrucción de Hamás.
Los críticos del primer ministro sostienen que el despido de Ronen Bar y una serie de despidos más forman parte de una campaña más amplia destinada a socavar las instituciones gubernamentales independientes.
Argumentan que esta serie de decisiones de Netanyahu tienen como objetivo mantenerlo en el poder mientras se le juzga por presunta corrupción y se enfrenta a la presión pública para aceptar su responsabilidad por los fracasos políticos en el periodo previo al 7 de octubre.
3-Bloqueo de asistencia humanitaria en la Franja de Gaza
Israel anunció el 2 de marzo que bloqueaba el ingreso de asistencia humanitaria a la Franja de Gaza como forma de presión para que Hamás aceptara la extensión del cese el fuego. En aquel entonces, advirtió de “consecuencias adicionales” para el grupo palestino si no se extendía el acuerdo.
Por esa decisión, los mediadores de Egipto y Qatar acusaron a Israel de violar el derecho humanitario al utilizar el hombre como arma.
La primera fase del alto el fuego supuso un aumento en la ayuda humanitaria tras meses en los que el hambre se apoderó del asediado enclave. Por su parte, Hamás acusó a Israel de intentar descarrilar la siguiente fase y calificó su decisión de “un crimen de guerra y un flagrante ataque”.
Los últimos bloqueos de Israel para la entrada de la asistencia humanitaria ha sido una forma de presión a Hamás para aceptar las condiciones de Israel.
Con Reuters, AP y medios locales
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