Israel confirmó que los restos entregados ayer por Hamás no corresponden a ninguno de los rehenes pendientes en Gaza. Acto seguido, Benjamin Netanyahu convocó una reunión de emergencia. En paralelo, el grupo islamista acusó a Israel de “crímenes sangrientos” tras una operación militar que dejó tres palestinos muertos en Cisjordania.
Los restos entregados la noche del lunes al martes por Hamás a Israel no pertenecen a ninguno de los 13 rehenes fallecidos que siguen en Gaza, sino a uno ya devuelto anteriormente y que ya fue enterrado en Israel, reveló el Instituto Nacional Forense del ministerio de Salud de Israel, según el primer ministro israelí.
La oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, había confirmado que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) entregó anoche al Ejército de Israel el cuerpo de un rehén fallecido en la Franja de Gaza para su traslado e identificación.
En principio, se trataba del cadáver del secuestrado número 16 entregado por Hamás desde que comenzó el frágil alto el fuego en Gaza y restaría la entrega de otros 12 cuerpos sin vida, en el marco del acuerdo auspiciado principalmente por Estados Unidos.
En total, 28 cuerpos sin vida permanecían en Gaza cuando el pasado 20 de octubre entró en vigor el alto el fuego en la Franja, tras liberar a los 20 rehenes que quedaban vivos, a cambio de que Israel dejara en libertad a casi 2.000 prisioneros palestinos y también entregara cuerpos de presos palestinos.
Sin embargo, el primer ministro de Israel explicó que los restos entregados el lunes corresponden a Ofir Tzarfati, un ciudadano israelí muerto en el ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023, cuyo cuerpo ya había sido recuperado por el ejército en las primeras semanas de la guerra en Gaza.
Después de que se confirmara que el cuerpo devuelto anoche por Hamás no corresponde a ninguno de los 13 rehenes fallecidos que siguen en Gaza, Benjamin Netanyahu convocó este martes una reunión de emergencia con su equipo de seguridad y defensa para discutir la respuesta de Israel a las "violaciones" de alto el fuego de Hamás.
Netanyahu acudió este martes al tribunal donde se le juzga por corrupción y se espera que la sesión acabe antes de lo previsto tras solicitarlo así el primer ministro, según informaron medios israelíes.
Mientras, los ministros ultraderechistas israelíes Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, de los que depende Netanyahu para gobernar, pidieron castigar a Hamás.
Recuperar los cuerpos en las ruinas
Se cumple una semana del envío de los restos del último rehén en el enclave palestino del grupo islamista. Desde el comienzo, Hamás ha explicado que no conoce la ubicación exacta de los cuerpos y que recuperarlos tomará tiempo dadas las difíciles condiciones en una Franja en escombros.
Para apoyar la búsqueda de cuerpos, el domingo Netanyahu aprobó la entrada de un equipo técnico egipcio y de personal de la Cruz Roja más allá de la línea amarilla, punto al que se han replegado las tropas dentro de Gaza.
En escenarios de guerra, la identificación de cuerpos suele ser un proceso complejo que combina análisis forense, ADN y cotejo de registros. Cuando las condiciones son extremas, como en Gaza, la tarea se complica por la falta de acceso a laboratorios, la destrucción de registros y el riesgo de entregas duplicadas o confusas de restos recuperados en distintos momentos o lugares.
Sin embargo, manifestando la intención de iniciar la segunda fase de negociaciones entre Hamás e Israel contemplada en el plan de Donald Trump, los mediadores, en particular EE.UU., presionan para que se complete la entrega de cadáveres.
Mientras, las autoridades sanitarias de Gaza han confirmado 68.000 palestinos muertos por los ataques israelíes y miles más desaparecidos entre los escombros, luego de que Israel lanzara su ofensiva después de que combatientes de Hamás incursionaran en el sur de Israel matando a 1.200 personas y tomando 255 rehenes a Gaza, según cifras del gobierno de Israel.
Nuevo brote de violencia en el norte de Cisjordania
Este mismo martes, Hamás denunció el asesinato de los supuestos milicianos que el Ejército israelí mató a primera hora en la zona de Kafr Quds en Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada.
"El asesinato supone una nueva guerra que se suma al historial de crímenes sangrientos cometidos por la ocupación contra nuestro pueblo en la Cisjordania ocupada", afirmaron los portavoces de la organización islamista en un comunicado compartido en sus canales oficiales.
El Ejército afirmó que los muertos pertenecían a una célula terrorista vinculada a una organización en el campo de refugiados de Jenin que planeaba llevar a cabo un atentado contra Israel.
Los tres hombres asesinados responden a los nombres de Abdullah Muhammad Omar Jalmana (27 años), Qais Ibrahim Muhammad al-Bitawi (21 años) y Ahmad Azmi Arif Nashti (29 años), según el ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina.
La Fuerza Aérea israelí realizó un bombardeo contra la cueva "para dañar la infraestructura terrorista", según la nota.
Durante la intervención militar, francotiradores pertenecientes a la Unidad Especial Antiterrorista israelí abrieron fuego y mataron a los tres milicianos tras salir de la cueva donde se escondían en la aldea de Kafr Quds, indicó el Ejército en un comunicado.
En respuesta, Hamás hizo "un llamamiento a las masas de nuestro pueblo a intensificar la confrontación con la ocupación en todos los puntos de contacto y a lograr la unidad política y en el terreno".
Desde principios de año, el campo de refugiados de Yenín, símbolo de la resistencia palestina, está bajo control del Ejército israelí y casi reducido a ruinas, después de la operación “Muro de hierro”, una de las ofensivas más amplias en el norte de Cisjordania ocupada, que ha desplazado a unos 40.000 palestinos del campo de refugiados de Jenin y de otros puntos del norte de Cisjordania como el campo de Nur Shams en Tulkarem.
Pese al alto el fuego en Gaza, la situación en Cisjordania lleva semanas muy tensas no solo por el comportamiento del Ejército israelí, sino también por los colonos, que han atacado aldeas y quemado carros de palestinos.
Con EFE y Reuters
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