El Comité Olímpico Internacional aprobó un programa de competencias lleno de innovaciones de cara a los próximos Juegos de Verano. Casi todos los deportes de conjunto tendrán la misma cantidad de selecciones masculinas y femeninas, salvo el fútbol, en el que las mujeres serán más. Se introducen pruebas mixtas y los deportes acuáticos pasan a ser el punto focal. Este es el resumen de los cambios que marcarán un hito en la historia de los Juegos Olímpicos y su impacto en el aspecto competitivo.
Cinco deportes habían sido ya incorporados al programa de Los Ángeles 2028: lacrosse, flag football, squash, cricket y la versión unificada de béisbol-softbol, pero ahora el Comité Ejecutivo del COI ha aprobado las propuestas de la Comisión del Programa Olímpico, que a su vez escuchó las modificaciones sugeridas por las federaciones internacionales.
Los cambios han llevado el número de eventos por medalla a un récord de 351, y han desbalanceado la paridad de género alcanzada en París 2024 a una posición en la que, por primera vez en la historia, habrá más competidoras mujeres que hombres.
El fútbol femenino hace la diferencia
La razón para que haya más atletas femeninas que masculinos en los Juegos de Los Ángeles 2028 es el fútbol, que se usó como palanca para equilibrar la participación luego de que los cinco nuevos deportes aprobados la desnivelaran, pero también para corregir una desigualdad histórica.
Todos los deportes de conjunto del programa, menos el fútbol, tendrán una participación paritaria, luego de que el waterpolo sumara dos equipos femeninos, para que en ambos torneos hubiera 12 selecciones.
Adicionalmente, el baloncesto 3×3 celebró su éxito en París 2024 llevando la cuota de selecciones, tanto en hombres como en mujeres, a 16 en lugar de ocho.
Sin embargo, dado que los rósters o plantillas de béisbol son más grandes que los de su contraparte de mujeres, el softbol, los cinco nuevos deportes del programa iban a traer consigo una cifra mayor de nuevos deportistas hombres (376) que mujeres (322).
Al aportar la solución, el fútbol hizo justicia al valor competitivo asociado al torneo femenino, e invirtió la cuota de clasificados. Ahora habrá 16 equipos de mujeres y 12 de hombres, lo contrario que hasta París 2024.
La razón fundamental es que las primeras no tienen restricciones de participación, ya que los Juegos son considerados fecha oficial FIFA, lo que garantiza que las máximas estrellas mundiales pueden estar presentes.
Entre los varones, el torneo no es oficial en el calendario FIFA y los equipos son sub23, con tres refuerzos sin límite de edad, y ni aun así se logra sumar a todas las grandes figuras.
España es un ejemplo de ello: la revelación estelar en el triunfo de España en la Euro 2024, un Lamine Yamal que entonces tenía 16 años, no fue convocado al torneo olímpico, que finalmente ganó también ganó la roja, pero impulsada por otro astro del Barcelona, Fermín López.
La FIFA, que destacó la decisión favorable a su propuesta como “un hito importante para el fútbol femenino y un poderoso respaldo al deporte femenino”, aún no ha definido cómo se repartirán los cuatro cupos adicionales ni tampoco qué plazas se deducirán del masculino.
Natación: el momento estelar
El atletismo suele ser el momento cumbre de los Juegos Olímpicos, pero en Los Ángeles 2028 esa posición cambiará a favor de los deportes acuáticos, tanto en lo cuantitativo —con más medallas que ninguna otra especialidad—, como en lo cualitativo, con un espectáculo sin precedentes.
La adición de las pruebas de 50 m estilo pecho, espalda y mariposa, tanto en categoría de hombres como de mujeres, lleva de 36 a 41 las preseas de la natación, y a 55 las de los deportes acuáticos en general, contando las aguas abiertas, la natación artística, los saltos ornamentales y el waterpolo.
Estos nuevos eventos equiparan el programa de los Juegos de Verano al de los mundiales de deportes acuáticos y casi todas las demás citas del ciclo olímpico, y saldan una deuda histórica con las distancias cortas, cuyos protagonistas más especializados solían quedar fuera del reparto de medallas.
De hecho, de los siete campeones de 50 m en los cuatro estilos en el Mundial de Doha 2024, solo una, la sueca Sarah Sjöström, logró conseguir oro en los Juegos de París, y de sus dos coronas, una fue de 50 m libre, que ya estaba en el programa olímpico.
La perspectiva de incluir los 50 m pecho era la única alternativa al retiro para Adam Peaty, doble campeón olímpico de 100 m y plusmarquista mundial de 50 m en ese estilo, que ahora ha decidido que buscará una cuarta aparición en los Juegos Olímpicos.
La acción de los deportes acuáticos tendrá lugar en la más estelar de todas las sedes de la cita californiana, el SoFi Stadium, el hogar de los Rams y los Chargers en la NFL, escenario también de la inauguración y la clausura, un recinto con capacidad para 70.000 espectadores que recibirá ocho partidos en el Mundial de Fútbol de 2026.
Oportunidades para América Latina
Las otras adiciones al programa olímpico incluyen dos nuevas disciplinas, el remo costero o de playa, que se une con tres pruebas a la versión tradicional (scull o bote simple masculino y femenino, y un doble mixto), y el arco compuesto o de polea, que presentará una oportunidad de protagonismo para varios atletas latinoamericanos.
Hasta París 2024, solo se disputó el arco recurvo, también conocido como arco olímpico. El compuesto se sumará con una sola medalla en juego, a diferencia de las cinco del recurvo.
Será un evento por equipos mixtos, y eso puede lastrar las posibilidades de la Colombia, que tiene dos atletas femeninas entre los 10 mejores del mundo (Sara López y Alejandra Usquiano), pero no cuenta con hombres destacados en la élite del tiro con arco.
No es la misma situación de México, que también tiene a dos mujeres en el top10 (Andrea Becerra y Dafne Quintero) y a un hombre entre los primeros 20 (Sebastián García).
Las pruebas mixtas cambian el escenario
Además del remo doble y arco compuesto por equipos, otras cuatro pruebas mixtas se sumaron al programa, que con esto llega a 19 eventos en los que hombres y mujeres unen fuerzas, y 25 en total, contando las seis medallas del ecuestre, en el que compiten entre sí.
La más vistosa de ellas será la gimnasia artística por equipos, sobre todo si se concreta la readmisión de los atletas rusos, pues este es el país con rendimiento más parejo entre hombres y mujeres. La última vez que compitieron bajo la bandera del Comité Olímpico Ruso en Tokio 2020 ganaron tanto el torneo por equipos masculino como el femenino.
Otra adición interesante será el relevo 4×100 mixto de atletismo, que se une al exitoso experimento del 4×400 estrenado en Tokio 2020. Será la ocasión de ver a grandes figuras como Sha’Carri Richardson y Noah Lyles corriendo juntos por Estados Unidos, o Shericka Jackson y Kishane Thompson impulsando a Jamaica.
Los otros dos nuevos eventos mixtos son el golf y el tenis de mesa, ambos por equipos. De nuevo, se expanden posibilidades para países latinoamericanos, sobre todo con la raqueta.
El Brasil de Hugo Calderano y Bruna y Giulia Takahashi, o el Puerto Rico de las hermanas Adriana y Melanie Díaz y su primo Brian Afanador podrían aspirar a buenos resultados en un escenario que vaya más allá de los dobles mixtos.
Victorias y reveses en las decisiones del COI
La escalada siguió dando pasos hacia adelante en el escenario olímpico. Luego de la polémica prueba combinada de Tokio 2020, la velocidad se separó en un evento independiente en París 2024, mientras que bloque y dificultad seguían juntos.
En Los Ángeles 2028, las tres pruebas de la escalada disputarán medallas en eventos separados, lo que permite a los competidores de un deporte súper especializado buscar resultados en sus pruebas naturales.
También celebró el boxeo, que estaba en duda hasta principios de marzo, y finalmente fue confirmado en el programa olímpico, pero ahora bajo la gestión de World Boxing, la nueva federación internacional impulsada por el COI, que no incluye a potencia como Rusia o Cuba.
Por primera vez desde que se introdujo el boxeo femenino en Londres 2012, se entregarán tantas medallas en el torneo de hombres como en el de mujeres, con la inclusión de una nueva categoría que logra la paridad total, el peso medio ligero femenino.
El atletismo ganó una prueba mixta, el 4×100, pero perdió otra, el experimento del maratón de relevos de marcha atlética que le dio a España una medalla de oro, a Ecuador una de plata, a Perú un cuarto lugar y a México un quinto en París, pero no se repetirá en Los Ángeles.
Tampoco prosperaron las propuestas del remo de incluir la prueba mixta de ocho con timonel que ya se disputa en campeonatos del mundo, y en el ciclo olímpico hasta los Juegos Panamericanos ni la lucha del surf por conseguir que se sumara la tabla larga, en la que es protagonista el peruano Piccolo Clemente.
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