En la víspera de la fiesta nacional del 14 de julio, el presidente Emmanuel Macron aborda en su discurso a las Fuerzas Armadas las medidas para reforzar las capacidades militares de Francia ante amenazas como la persistente presión rusa, la postura de Estados Unidos, la desinformación y el terrorismo. El gobierno prevé un aumento del presupuesto de defensa, en línea con el incremento del gasto militar en otras potencias europeas.
Durante su tradicional discurso a las Fuerzas Armadas, el domingo 13 de julio, víspera de la fiesta nacional, Emmanuel Macron hace "anuncios importantes", según el Elíseo, en respuesta al agravamiento de las amenazas internacionales.
Para preparar a la opinión pública, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el general Thierry Burkhard, pintó el viernes un panorama sombrío de las amenazas en una inusual rueda de prensa, pocos días después de otra intervención sin precedentes en televisión del director de la DGSE, el servicio de inteligencia exterior, Nicolas Lerner.
Basándose en las conclusiones de la Revista Estratégica Nacional, que se publicará el domingo, el militar de mayor rango de Francia se refirió a la amenaza "duradera" de Rusia contra los países europeos, la retirada estadounidense, Ucrania, donde "también está en juego (…) el lugar de los países europeos en el mundo del mañana", la desinformación y los ataques híbridos, o incluso la lucha contra el terrorismo.
Ante esto, "hacer oídos sordos" no resolverá nada, según él, "debemos aceptar que nos enfrentamos a un cambio de referencia estratégica".
"No estamos aquí para agitar los miedos o las inquietudes, estamos aquí para documentarlos y darles respuesta", defendió el ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, ante La Tribune el domingo. Con un modelo de defensa autónomo: "Si no queremos depender de nadie, esto pasa necesariamente por un nuevo esfuerzo, no solo presupuestario, sino también intelectual, moral e industrial", según él.
Estos "cambios" plantean la cuestión de la adecuación de los recursos militares franceses, según el Elíseo, que recuerda que el presupuesto de defensa ha pasado de 32.200 a 50.500 millones de euros entre 2017 y 2025.
En su estado actual, la Ley de Programación Militar francesa (LPM) prevé 413.000 millones de euros para las fuerzas armadas entre 2024 y 2030, con aumentos presupuestarios anuales de algo más de 3000 millones de euros hasta alcanzar los 67.400 millones en 2030.
¿Podrá Francia contentarse con revisar sus prioridades dentro del presupuesto previsto o irá más allá, incluso cuando el Gobierno está buscando ahorros presupuestarios?
Revisar programación y estrategia
Solo la carga de la deuda alcanza este año los 62.000 millones de euros y amenaza con dispararse, según el primer ministro François Bayrou, que debe dar a conocer el martes sus orientaciones para el presupuesto de 2026. El jefe del Gobierno ya ha protegido el presupuesto de defensa, afirmando que es "sagrado".
Algunos países europeos no esperaron al objetivo fijado por los miembros de la OTAN en junio de destinar el 5 % de su PIB a su seguridad (3,5 % exclusivamente para gastos militares) de aquí a 2035 para elevar sus ambiciones.
Londres quiere aumentar su presupuesto de defensa al 2,5 % para 2027 y al 3 % después de 2029. Alemania prevé alcanzar un presupuesto de defensa de 162.000 millones de euros en 2029, es decir, el 3,5 % de su PIB, y Polonia ya le dedica el 4,7 % de su riqueza nacional.
"Es evidente que hoy debemos revisar nuestra programación y nuestra estrategia, revisarla a la luz del cambio en la naturaleza del riesgo", admitió el jueves Emmanuel Macron.
Sébastien Lecornu estimó este invierno "el peso de la forma del ejército francés en algo menos de 100.000 millones de euros". A principios de julio, ante los senadores, esbozó algunas líneas de actuación: defensa tierra-aire, municiones, medios de guerra electrónica o incluso el espacio, donde Europa corre el riesgo de "quedarse atrás".
"Lo que más nos preocupa y crea una nueva necesidad presupuestaria son los avances tecnológicos" (IA, cuántica, aviones furtivos…), afirmó el domingo en La Tribune.
Si bien la "cohesión nacional" constituye un "elemento clave de la resiliencia" del país frente a las crisis, según el general Burkhard, el presidente también abordará la cuestión de la movilización de los jóvenes, a quienes hay que dar «la oportunidad de servir», según el Elíseo.
Con AFP
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