El Consejo de Guardianes aprobó el plan del Parlamento para suspender la cooperación con el organismo nuclear de la ONU. Solo falta la firma del presidente para que entre en vigor. Teherán justifica la medida como respuesta a la operación Martillo de Medianoche, ejecutada por Estados Unidos.
Si el presidente de Irán ratifica la medida aprobada este jueves por el Consejo de Guardianes, la República Islámica suspendería su cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), lo que implicaría el fin de las inspecciones internacionales a sus instalaciones nucleares.
Esta decisión incrementaría significativamente las sospechas sobre un posible programa de armas nucleares y podría desencadenar nuevas sanciones internacionales.
El Consejo de Guardianes, compuesto por seis teólogos designados por el líder supremo, Ali Jameneí, y seis juristas seleccionados por el Parlamento, dio su aprobación al plan que contó con el visto bueno del Legislativo iraní y que solicita al Gobierno suspender la cooperación con el OIEA, según informó la agencia estatal IRNA.
Con este respaldo del Consejo, solo resta la firma del presidente Masud Pezeshkian para que la medida, que pondría fin a la colaboración entre Irán y el OIEA, entre oficialmente en vigor, conforme al procedimiento establecido en la República Islámica.
El OIEA, conocido como la entidad de control nuclear de la ONU, es el encargado de supervisar que los países no desarrollen armas nucleares bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Su labor incluye inspecciones periódicas en instalaciones nucleares para verificar que se utilicen únicamente con fines pacíficos.
Teherán ha acusado a la institución de haber facilitado este ataque, al "crear las condiciones que hicieron posible la agresión". Esta acusación agrava aún más la ya tensa relación entre Irán y los países occidentales, y pone en riesgo el régimen internacional de verificación nuclear.
El plan aprobado el miércoles, 25 de junio, por el Parlamento prohíbe la entrada del OIEA en Irán y conlleva expulsar a todos sus inspectores. Además, la agencia estatal nuclear iraní no podrá compartir información o informes sobre el programa nuclear iraní con la agencia internacional.
La reciente decisión de Irán de suspender su cooperación con el OIEA se da en respuesta a la ofensiva lanzada por Israel el pasado 13 de junio contra instalaciones nucleares iraníes y que cobró la vida de al menos once de sus científicos. Las autoridades de la República Islámica han denunciado esto como una violación del derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas.
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La única manera en la que la cooperación podría restablecerse, según el plan, es si se le garantiza que las instalaciones nucleares iraníes y sus científicos están seguros y se le permita a Irán continuar con el enriquecimiento de uranio.
El documento aprobado por el legislativo iraní estipula: "Irán ha dicho que se reserva todas las opciones para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo, y la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) declaró que el ataque violó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y no impedirá que Irán desarrolle su programa nuclear pacífico".
Irán y el Tratado de No Proliferación Nuclear
Irán ya había anunciado que preparaba un proyecto de ley para abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) tras los ataques de Israel.
El anuncio lo hizo, el 16 de junio, el portavoz del ministerio de Exteriores iraní, Ismail Baghaei, quien afirmó sin embargo que Teherán “continúa opuesto al desarrollo de armas nucleares”.
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Irán se unió al TNP en 1970, que compromete a los países firmantes a no desarrollar armas nucleares y ser objeto de inspecciones por parte de la agencia nuclear de la ONU, y ha afirmado en repetidas ocasiones que su programa nuclear es pacífico.
Sin embargo, acumuló 408,6 kilogramos de uranio enriquecido al 60% hasta mayo 2025, un aumento de 133,8 kilogramos desde febrero, un incremento del 50% en tres meses, muy cerca del 90% necesario para fines armamentísticos, según el OIEA.
Con EFE y medios locales
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