El atacante, de nacionalidad egipcia, hirió a 12 personas con bombas incendiarias caseras en Boulder, Colorado, durante el fin de semana, en una manifestación que exigía la liberación de los rehenes israelíes secuestrados por Hamás en 2023. Su familia quedó bajo custodia federal y podría ser deportada en las próximas horas, según confirmó la Casa Blanca.
Las autoridades migratorias de Estados Unidos pusieron bao custidia este martes 3 de junio a la familia de Mohamed Sabry Soliman, el ciudadano egipcio acusado de lanzar cócteles molotov contra manifestantes pro-Israel en la ciudad de Boulder, Colorado. El incidente, ocurrido el domingo, dejó al menos 12 personas heridas, algunas de ellas de edad avanzada.
La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, confirmó la detención a través de un video difundido en redes sociales. Noem señaló que la familia de Soliman fue puesta bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y que se está evaluando una deportación inmediata. También aseguró que las autoridades están investigando si los familiares conocían los planes del atacante o si colaboraron de alguna manera.
“El terrorista será juzgado con todo el peso de la ley”, afirmó Noem, quien además criticó las políticas migratorias de la anterior administración demócrata por permitir su ingreso al país.
Mohamed Soliman, de 45 años, había llegado a Estados Unidos en agosto de 2022 con una visa de turista, la cual expiró en febrero de 2023. Aunque solicitó asilo en septiembre de ese año, permanecía en el país en condición irregular. Vivía en Colorado Springs con su esposa y sus cinco hijos, entre ellos tres menores y dos adolescentes, según medios locales.
El fiscal federal Bishop Grewell indicó que Soliman había planificado el ataque durante al menos un año y que no mostró señales de remordimiento: “Dijo que lo volvería a hacer”. Según el fiscal del distrito de Boulder, Michael Dougherty, el atacante aprendió a fabricar los explosivos mediante videos en YouTube, tras no poder adquirir un arma por su estatus migratorio.
Soliman compareció este martes ante un juez en el centro de detención de Boulder. La fianza fue fijada en 10 millones de dólares, mientras enfrenta cargos federales por intento de asesinato, delitos de odio y uso de explosivos.
Fiscales federales y estatales presentaron cargos penales por separado contra Soliman, acusándolo de delito de odio e intento de asesinato, respectivamente. Enfrenta acusaciones estatales adicionales relacionadas con los dispositivos incendiarios, y es posible que se presenten más cargos en un tribunal federal, donde el Departamento de Justicia solicitará una acusación formal ante un jurado.
Un nuevo episodio de violencia con trasfondo político y religioso
El ataque ocurrió durante un acto de solidaridad con los rehenes israelíes secuestrados por Hamás en Gaza. Según testigos y documentos judiciales, Soliman lanzó dos bombas incendiarias mientras gritaba “¡Palestina libre!” y fue hallado en posesión de otras 16 bombas caseras listas para usar. En su interrogatorio, el sospechoso declaró que su intención era “matar a toda la gente sionista” y que retrasó el atentado hasta después de la graduación de su hija.
Días antes, dos empleados de la embajada israelí en Washington D.C. fueron asesinados a tiros por un joven que también expresó su apoyo a la causa palestina.
El presidente Donald Trump reaccionó con dureza a lo ocurrido, culpando a su antecesor Joe Biden por lo que describió como una “política de fronteras abiertas” que permitió el ingreso de Soliman. Trump prometió reforzar la vigilancia migratoria y avanzar con deportaciones masivas de inmigrantes en situación irregular.
Mientras tanto, la comunidad judía en Estados Unidos ha intensificado sus llamados a las autoridades para garantizar mayor protección en eventos públicos, ante un escenario donde la retórica política y el extremismo están comenzando a traducirse en violencia real.
El día del ataque
El ataque con cócteles molotov ocurrido el domingo 1 de junio en Boulder, Colorado, dejó un saldo de 12 personas heridas, todas ellas participantes de Run for Their Lives, una organización que exige la liberación de los rehenes israelíes capturados por Hamás. Según las autoridades, la marcha estaba por concluir cuando Soliman irrumpió con un lanzallamas casero y explosivos improvisados.
Los organizadores de Run for Their Lives afirmaron que, si bien las manifestaciones se realizan semanalmente en todo el mundo desde 2023, esta fue la primera vez que enfrentaron un acto de violencia.
Las víctimas, de entre 52 y 88 años, presentan lesiones leves y graves. Tres de ellas seguían hospitalizadas este martes en el Hospital UCHealth de la Universidad de Colorado. La vocera del centro médico, Kelli Christensen, indicó que los pacientes han solicitado privacidad y no desean dar declaraciones públicas por el momento.
Aunque el ataque ha generado temor entre los simpatizantes del movimiento, los organizadores aseguraron que continuarán con las manifestaciones pacíficas. “Estamos asustados, pero no nos detendremos”, declararon a través de un comunicado.
Con EFE, AP y Reuters
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