La votación fue convocada por el mismo primer ministro tras el revés en las presidenciales del primero de junio. Tusk, que fue presidente de la Unión Europea, es el líder de una coalición de centro que fue derrotada por el candidato nacionalista de derecha Karol Nawrocki, que será juramentado en agosto.
El primer ministro polaco Donald Tusk salió victorioso este miércoles de un voto de confianza en el Parlamento, convocado por él mismo tras la derrota de su coalición en las presidenciales del primero de junio. Tusk, que fue presidente de la Unión Europea y es el líder de la centrista Plataforma Cívica (KO), obtuvo 243 votos de 460 diputados en una votación precedida de intensas discusiones, caos y acusaciones contra su gobierno.
"Pido un voto de confianza porque tengo la convicción, la fe y la confianza de que tenemos un mandato para gobernar", dijo Tusk a primera hora del miércoles al inicio de la sesión. El triunfo de este miércoles en el Parlamento da a la coalición de gobierno cierta tranquilidad, al menos hasta agosto, cuando se prevé que sea juramentado el presidente electo, el nacioalista de derecha Karol Nawrocki, respaldado por el partido opositor Ley y Justicia (PiS).
Pero la votación se produjo tras un encendido debate y caos e interrupciones desde la grada, que han puesto en evidencia la polarización y la tensión entre los factores políticos. Tusk, que lidera centrista conformada por las agrupaciones Plataforma Cívica, Polonia 2050, el Partido Popular Polaco (PSL) y Nueva Izquierda, defendió la gestión de gobierno.
"Cualquiera que esté dispuesto a avanzar conmigo, con el Gobierno y, sobre todo, con nuestros votantes, al margen de estas emociones momentáneas, y a construir una Polonia mejor, debería votar hoy a favor de un voto de confianza en nuestro Gobierno", dijo Tusk.
Pero pese al resultado favorable, el Gobierno aún enfrenta una dura carrera. Aunque el presidente polaco tiene un papel casi simbólico en la gobernanza diaria y la política exterior, sus poderes son significativos, especialmente el de veto a cualquier Ley aprobada por el Parlamento.
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Desde que llegó al poder en 2023, la coalición de Tusk ha intentado deshacer las reformas judiciales del anterior Gobierno del partido Ley y Justicia que, según la Unión Europea, erosionaban el Estado de Derecho y politizaban los tribunales. Pero el anterior presidente, Andrzej Duda, aliado de Ley y Justicia, utilizó su poder de veto para bloquear las propuestas del Gobierno.
Tusk daba por contada una victoria de su aliado y alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski, en las presidenciales para salir del bloqueo institucional creado por los vetos de Duda. Pero ahora se enfrenta a un presidente entrante alineado con la oposición nacionalista y abiertamente hostil a la agenda liberal de su Gobierno, que ha incluido proyectos de ley sobre el matrimonio igualitario y el aborto.
“No podemos cerrar los ojos a la realidad”, dijo. “Un presidente que se mostró reacio a aceptar los cambios que propusimos para Polonia y nuestros votantes está siendo sustituido por un presidente que se muestra al menos igual de reacio a esos cambios y propuestas”.
Según los analistas, Nawrocki tratará de obstaculizar al Gobierno e impulsar al principal partido de la oposición, Ley y Justicia (PiS), para que vuelva al poder. Nawrocki, de 42 años y un antiguo practicante de boxeo, respalda posiciones ultraconservadoras y hasta nacionalistas: se opone al aborto, a la migración y a la visibilidad o derechos a la comunidad LGBTI.
Se prevé que Nawrocki inicie formalmente su mandato de cinco años el 6 de agosto, una vez que los tribunales validen el resultado. La comisión electoral ha encontrado pruebas de errores de recuento a su favor en algunos distritos. Aunque Tusk habló el miércoles de "posibles abusos o falsificaciones en las elecciones" dijo que el Gobierno "respetará el resultado".
Con Reuters, AP, AFP, EFE y medios locales.
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