El Gobierno de Israel destituyó en la madrugada del viernes 21 de marzo al jefe del servicio de inteligencia interior Shin Bet, Ronen Bar, después de que el gabinete del primer ministro, Benjamin Netanyahu, votara por unanimidad a favor del despido, pese a las protestas contra esa medida.
El gabinete de Israel votó el viernes 20 de marzo a favor de destituir al jefe del servicio de inteligencia nacional Shin Bet a partir del 10 de abril, informó la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, después de tres días de protestas contra la medida.
Netanyahu anunció esta semana que había perdido la confianza en Ronen Bar, quien dirigió el Shin Bet desde 2021, y tenía la intención de destituirlo.
Bar no asistió a la reunión del gabinete, pero en una carta enviada a los ministros dijo que el proceso en torno a su despido no cumplió con las reglas y que su despido se basó en acusaciones infundadas.
A última hora del jueves, la Policía disparó cañones de agua y realizó numerosos arrestos cuando estallaron enfrentamientos durante las protestas en Tel Aviv y cerca de la residencia del primer ministro en Jerusalén, donde docenas de manifestantes intentaron romper los cordones de seguridad, según las autoridades.
En los últimos tres días, los manifestantes que protestan contra la decisión de despedir a Bar han unido fuerzas con los manifestantes enojados por la decisión de reanudar los combates en Gaza , rompiendo un alto el fuego de dos meses, mientras 59 rehenes israelíes permanecen en el enclave palestino.
En las calles de Jerusalén, los manifestantes repitieron con ahínco que "Netanyahu es un peligro para la democracia", como lo afirmó un exmiembro del Likud, el partido del mandatario israelí en declaraciones recogidas por la prensa local.
"Estamos muy preocupados de que nuestro país se esté convirtiendo en una dictadura", dijo Rinat Hadashi, de 59 años, en Jerusalén.
"Están abandonando a nuestros rehenes, están descuidando todo lo importante para este país".
La decisión siguió a meses de tensión entre Bar y Netanyahu por una investigación de corrupción sobre acusaciones de que varios asesores de la oficina de Netanyahu recibieron ofertas de sobornos por parte de figuras vinculadas con Qatar.
Netanyahu ha rechazado la acusación como un intento por motivos políticos de derrocarlo, pero sus críticos lo han acusado de socavar las instituciones que sustentan la democracia de Israel al buscar la remoción de Bar.
En su carta al Gobierno, Bar dijo que la decisión de despedirlo estaba "totalmente contaminada por conflictos de intereses" e impulsada por "motivos completamente diferentes, ajenos y fundamentalmente inaceptables".
Bar ya había anunciado que tenía la intención de dimitir anticipadamente para asumir la responsabilidad por los fallos de inteligencia que no lograron evitar el ataque a Israel por parte del grupo militante palestino Hamás el 7 de octubre de 2023.
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Con EFE y Reuters
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