El paquete de financiación acordado en el Congreso que logró reabrir el Gobierno de EE. UU. contiene pocas salvaguardias para impedir que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retenga el gasto, en una Administración que ha desafiado regularmente la autoridad constitucional del Legislativo sobre el presupuesto.
Además, no aborda los subsidios sanitarios que pronto expirarán y que llevaron a los demócratas del Senado a tensar las relaciones con los republicanos y derivaron en el denominado 'shutdown'.
La falta de aprobación del presupuesto durante 43 días también puso de manifiesto las divisiones dentro del Partido Demócrata entre su base liberal, que ha exigido a sus líderes que hagan lo que sea necesario para frenar a Trump, y los moderados, que sienten que sus opciones son limitadas mientras los republicanos mantengan la mayoría en ambas cámaras del Congreso.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, enfrenta peticiones de renuncia, a pesar de haber votado en contra del acuerdo que puso fin al cierre del Gobierno.
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Vuelta al trabajo y reanudación de servicios
Aproximadamente 1,4 millones de empleados federales, que trabajaron sin cobrar durante el cierre, comenzarán a recibir sus salarios atrasados el sábado 15 de noviembre y se prevé que todos los pagos se completen el miércoles, según la Casa Blanca.
La Administración Trump había amenazado con retener el salario a algunos de estos trabajadores, aunque no había indicios de que lo fuera a hacer.
"Me alegra volver a ver a todos mis compañeros. Traje unos pasteles para que todos disfrutemos de nuestro primer día de regreso", dijo el empleado federal Stanley Stocker al llegar al Departamento del Interior.
Trump despidió a varios miles de trabajadores durante el cierre, pero el acuerdo bipartidista garantiza que les devolverán sus empleos. La Administración Trump ordenó a las agencias que revocaran los despidos en un plazo de cinco días.
El acuerdo suspende la campaña de reducción de personal de Trump hasta finales de enero. El mandatario está en camino de reducir la plantilla de 2,2 millones de empleados públicos en 300.000 trabajadores para finales de año.
En tanto, el sistema de transporte aéreo del país comenzó a normalizarse tras las miles de cancelaciones de vuelos provocadas por las altas tasas de absentismo entre los controladores. El Departamento de Seguridad Nacional anunció que entregará bonos de 10.000 dólares a los agentes de seguridad aeroportuaria que trabajaron turnos extras durante el cierre.
El Departamento de Agricultura informó que la mayoría de los estados recibirán fondos para Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, siglas en inglés) en un plazo de 24 horas, poniendo fin a una disputa que amenazaba con recortar los subsidios que ayudan a 42 millones de estadounidenses a comprar alimentos.
La Institución Smithsonian anunció que algunos de sus museos más importantes del National Mall de Washington reabrirán el viernes, mientras que el Zoológico Nacional y otros edificios abrirán al público el lunes.
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Asignación de responsabilidades: ¿republicanos y demócratas?
El regreso a la normalidad podría ser efímero, ya que el acuerdo solo financia al gobierno hasta el 30 de enero, lo que aumenta la posibilidad de otro cierre a principios del próximo año.
Ninguno de los dos partidos parece haber salido victorioso. Una encuesta de Reuters/Ipsos publicada el miércoles reveló que el 50% de los estadounidenses culpaba a los republicanos del cierre, mientras que el 47% culpaba a los demócratas.
Este cierre también se caracterizó por lo que estuvo prácticamente ausente: el debate sobre la deuda nacional de 38 billones de dólares, que el Congreso, por ahora, deja en una senda que seguirá creciendo a un ritmo de aproximadamente 1,8 billones de dólares anuales.
Los demócratas no consiguieron garantías sobre los subsidios sanitarios, solo la promesa de que el Senado, controlado por los republicanos, someterá a votación el asunto.
Pero argumentaron que dieron prioridad al tema en un momento en que las encuestas muestran que a los estadounidenses les preocupa el aumento del coste de la vida. Los subsidios benefician a 24 millones de estadounidenses, residentes desproporcionadamente en estados controlados por los republicanos.
"La atención médica del pueblo estadounidense es una lucha que vale la pena librar, y me enorgullece que los demócratas se hayan mantenido unidos durante tanto tiempo para dar esta batalla", declaró a la agencia de noticias Reuters el representante Hank Johnson de Georgia. "El pueblo estadounidense es más consciente de lo que está en juego", agregó.
Mientras tanto, los republicanos argumentaron que el cierre del Gobierno había sido un ejercicio inútil que causó daños innecesarios, un argumento que los demócratas esgrimieron en 2013 y 2019, cuando los republicanos forzaron cierres por cuestiones de salud e inmigración.
"Esto es una auténtica locura, una locura que ahora estemos utilizando los cierres del Gobierno como herramienta de presión política. Eso jamás puede ocurrir", declaró también a Reuters el representante republicano Brian Fitzpatrick.
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Los costos del cierre más largo de la historia
El cierre federal más largo de la historia de EE. UU. le costó a la economía del país unos 15.000 millones de dólares semanales, pérdidas que representarían entre el 1 y 1,5% del producto interno bruto (PIB) estadounidense, según dijo este jueves el director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hassett.
El jefe del organismo asesor de la Casa Blanca estimó además que unos 60.000 trabajadores no federales perdieron sus empleos debido al impacto económico de la paralización gubernamental, que terminó este miércoles.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, en inglés), organismo no partidario, ya había pronosticado hace unas semanas que la ausencia de salarios abonados a los empleados federales, así como el cese de subsidios como el programa de ayuda alimentaria SNAP, podría costarle a la economía estadounidense hasta 14.000 millones de dólares.
"Aunque la mayor parte de la caída del PIB real se recuperará con el tiempo, la CBO estima que entre 7.000 y 14.000 millones de dólares en 2025 no se recuperarán", vaticinó la entidad independiente.
El PIB estadounidense creció un 0,9% entre abril y junio pasados, según el dato revisado publicado en septiembre por el Buró de Análisis Económico (BEA), después de una contracción del 0,5% del primer trimestre, la primera caída en tres años.
La paralización de las funciones del BEA y el Buró de Estadísticas Laborales (BLS) durante el cierre imposibilitó la recopilación de datos frescos sobre la marcha de la economía, lo que podría dificultar el cálculo oficial de las pérdidas.
De hecho, Hassett, afirmó que es posible que nunca se disponga de datos sobre la tasa de desempleo de octubre.
El cierre administrativo también generó inquietud entre los consumidores de cara a la temporada de compras navideñas. La CBO estimó que retrasaría aproximadamente 50.000 millones de dólares en gastos.
La Administración de Pequeñas Empresas de EE. UU. (SBA, por sus siglas en inglés) informó que el cierre había retrasado préstamos por valor de 5.300 millones de dólares a 10.000 pequeñas empresas.
Con Reuters y EFE
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