Un jurado alcanzó el martes 1 de julio un veredicto parcial en el juicio contra el rapero Sean 'Diddy' Combs por cuatro cargos de tráfico sexual y transporte de personas dedicadas a la prostitución. Sin embargo, sigue pendiente la decisión sobre el cargo de "conspiración para cometer crimen organizado", que conlleva cadena perpetua, y está previsto que las deliberaciones continúen el miércoles.
El suspenso continúa en el caso de Sean 'Diddy' Combs. El jurado emitió un veredicto el martes 1 de julio sobre los cargos de tráfico sexual contra el magnate del hip-hop, pero no sobre el cargo de "conspiración para cometer crimen organizado", el más grave, que conlleva una pena máxima de cadena perpetua.
Ante este impasse, y a petición tanto de la fiscalía como de la defensa, el juez Arun Subramanian ordenó a los jurados continuar sus deliberaciones sobre el cargo restante antes de anunciar su decisión sobre los cuatro cargos de tráfico sexual y transporte de personas involucradas en la prostitución, que conllevan sentencias máximas de 10 a 15 años.
Y como el jurado en este juicio tan mediático no está aislado y ha estado deliberando desde el día anterior, los jurados indicaron que se irían a casa y reanudarían sus discusiones el miércoles por la mañana, dejando así el suspenso sobre este caso.
El martes, miembros de la familia del fundador de Bad Boy Records, incluido su hijo King y su madre, Janice, estuvieron presentes en el Tribunal Penal de Manhattan esperando un veredicto.
Durante el juicio que duró siete semanas, los doce jurados escucharon a 34 testigos y examinaron miles de páginas de transcripciones de conversaciones telefónicas y mensajes de texto en un intento de decidir el destino de la estrella del hip-hop.
Maratones de sexo
Sean 'Diddy' Combs es acusado de obligar a mujeres —incluida su novia de 2007 a 2018, la cantante Cassie, y una exnovia más reciente que testificó bajo el seudónimo de "Jane"— a participar en maratones sexuales con prostitutos mientras él se masturbaba o grababa. También acusó a Diddy de crear una red criminal, que él dirigía, para organizar estos maratones, llamados "freak-offs".
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"Estas no fueron decisiones libres en absoluto", repitió la fiscal Christy Slavik en sus argumentos finales, añadiendo que las presuntas víctimas "estaban drogadas, cubiertas de aceite, agotadas y con dolor".
"Ella (Cassie) siempre fue libre de irse. Ella eligió quedarse porque estaba enamorada de él y él estaba enamorado de ella (…), a ella le gusta el sexo y eso le hace bien", replicó Marc Agnifilo, el abogado del rapero.
Diddy se declaró inocente de los cargos y optó por no testificar, una estrategia de defensa común en Estados Unidos. Sus abogados no están obligados a demostrar la inocencia de su cliente, sino a sembrar dudas razonables en el jurado sobre las acusaciones de la fiscalía.
El rapero se sentía "intocable"
Durante el juicio, sus abogados hicieron todo lo posible para desacreditar a los testigos de la acusación mediante duros interrogatorios e intentaron mostrar que su cliente tenía un estilo de vida "poliamoroso" que no estaba contemplado en la legislación penal.
Cassie fue sometida entonces a un aluvión de preguntas para que admitiera que había participado voluntariamente en estos actos sexuales con otros hombres.
"Siempre estoy lista para un ataque de nervios", le escribió a su pareja en 2009. La cantante no refutó la afirmación, aunque explicó que estaba bajo la influencia del fundador del sello Bad Boy Records, cuya fortuna fue estimada en 700 millones de dólares por la revista Forbes en 2019.
Cassie y "Jane" admitieron que sus respectivas relaciones involucraban amor, pero que también estaban sujetas a amenazas a su reputación, situación financiera e integridad física.
"Él (Diddy) se extralimitó tanto que ya ni siquiera podía verlo", dijo otra fiscal, Maurene Comey, añadiendo que el rapero se sentía "intocable". "Pero el acusado no es Dios", dijo al jurado, con la esperanza de una condena.
Con AFP
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