La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, comenzó este miércoles 18 de junio a cumplir su condena de seis años de prisión e inhabilitación de por vida a ejercer cargos públicos por un fallo de la Corte Suprema que consideró que hubo irregularidades en la concesión de obras públicas entre 2003 y 2015. No obstante, la Justicia le concedió un día antes el beneficio de la prisión domiciliaria, que cumplirá en su casa en la ciudad de Buenos Aires. En el país crecen las voces a favor y en contra de la medida que deja a Kirchner detenida, pero fuera de las rejas.
En un caso único para el país, una expresidenta de Argentina, electa democráticamente, tiene una condena firme de la Corte Suprema de Justicia de Argentina y deberá cumplir prisión domiciliaria.
Este miércoles 18 de junio se cumplía el plazo que otorgó la Justicia para que la exmandataria se presentara a los tribunales para cumplir los pasos administrativos que darían inicio al cumplimiento de su condena. Sin embargo, con la definición de la prisión domiciliaria comunicada justo un día antes, el martes 17 de junio, ese requisito no es necesario y Fernández inició la condena en su casa del barrio de Constitución, en la ciudad de Buenos Aires.
A pesar de la indefinición acerca de si puede o no ser revocado el beneficio de prisión domiciliaria debido a las convocatorias en la puerta de su casa por parte de sus seguidores, algunos permanecieron allí en una vigilia nocturna e y otros llegaron por la mañana de este miércoles.
Compartir esta nota