El partido de extrema derecha PVV, liderado por Geert Wilders, anunció este martes 3 de junio su salida de la coalición de Gobierno en Países Bajos. La decisión, motivada por desacuerdos sobre el endurecimiento de la política de asilo, deja al Ejecutivo en una posición frágil y abre la puerta a posibles elecciones anticipadas. La decisión de Wilders abre el camino a elecciones anticipadas.
Una decisión que amenaza la estabilidad política de Países Bajos. Este martes 3 de junio, el líder de extrema derecha Geert Wilders anunció que su partido, el PVV, abandona la coalición del Gobierno, en la que tenía mayoría y gobernaba junto a otros tres partidos de derechas.
El líder de extrema radical comunicó que dejaría la coalición en un mensaje en sus redes sociales. “Sin modificación del acuerdo principal de gobierno, el PVV abandona la coalición”, escribió en X.
Wilders tomó la decisión —según afirmó— debido a su descontento con los demás miembros de la coalición por no cumplir con su exigencia de endurecer aún más las políticas contra el asilo.
El político había propuesto un anexo con diez puntos sobre unos lineamientos para restringir la llegada de solicitantes de asilo a Países Bajos, una que pidió agregar al acuerdo por el que se formó el gabinete en julio del año pasado.
Además, Wilders dijo que le informó al primer ministro Dick Schoof que todos los ministros de su partido abandonarían el Gobierno.
El premier citó a una reunión de emergencia del gabinete que comenzó alrededor de la 1:30 de la tarde (hora local). Es probable que la decisión del líder de extrema derecha derrumba al Gobierno de derechas y conduzca a nuevas elecciones anticipadas.
Indignación y guiños a unas nuevas elecciones
La decisión ha llevado a políticos de la coalición y opositores a declararse públicamente. Muchos condenan la decisión, mientras que otros la ven como una posibilidad que abra campo a un nuevo liderazgo para Países Bajos.
“Hay una guerra en nuestro continente. En lugar de afrontar el reto, Wilders demuestra que no está dispuesto a asumir responsabilidad”, dijo Dilan Yesilgoz, líder del partido conservador VVD.
Mientras que Nicolien van Vroonhoven, del partido centrista NSC catalogó la decisión de “irresponsable”.
Caroline van der Plas, del partido BBB, socio menor en la coalición, aseguró que la “coalición se terminó”, pero que “quizás otros partidos vean una salida”.
Ahora, los partidos de la coalición pueden intentar mantener un Gobierno minoritario. Sin embargo, es la opción menos probable.
Por su parte, los partidos de la oposición pidieron unas nuevas elecciones.
“No veo otra forma de formar un gobierno estable”, sentenció Frans Timmermans, líder de la alianza Laboristas/Verdes. También adelantó que no apoyará un gobierno minoritario. Y agregó, en diálogo con AP: “Creo que es una oportunidad para que todos los partidos democráticos se liberen de los extremos, porque está claro que con los extremos no se puede gobernar. Cuando las cosas se complican, huyen”.
Las previas amenazas de Wilders
La semana pasada, Wilders publicó el anexo para restringir el asilo y amenazó que si no se lograba en "en pocas semanas" iba a abandonar el Gobierno. En el texto también se pedía “cerrar las fronteras” a los solicitantes de asilo y reforzar la vigilancia fronteriza con participación del Ejército.
Los líderes de la coalición mantuvieron una reunión el lunes por la tarde para pedir explicaciones a Wilders sobre sus palabras. El encuentro duró poco menos de una hora y sus tres socios aseguraron que no se opondrán a los planes para restringir el asilo, pero dejaron la responsabilidad de ponerlos en marcha más rápido en manos de la ministra de Asilo y Migración, la ultraderechista Marjolein Faber.
Sin embargo, Wilders aseguró que los socios no estaban en disposición de apoyar el cierre de las fronteras “ahora mismo”.
Posteriormente, este martes se reunieron en las horas de la mañana y poco después Wilder comunicó que el PVV dejará la coalición.
La fragilidad de la coalición
En 2023, el partido del líder de extrema derecha arrasó en las elecciones con 23% de los votos y se convirtió en el partido más votado de Países Bajos. Wilders y su bancada ganaron adeptos con sus promesas de restringir el asilo y la inmigración. Sin embargo, no lograron conseguir suficientes votos para gobernar en solitario.
Posteriormente, su partido llegó a un acuerdo con otras tres bancadas de derecha para formar gobierno.
A pesar de haber sido la fuerza más votada, los líderes acordaron que él no sería el primer ministro, ni que tuviera un cargo concreto en el gabinete. El PVV, no obstante, tenía cinco ministerios.
Actualmente, parece que la popularidad de su partido no ha mermado. Varias encuestas estiman que cuenta con alrededor del 20% de intención de voto y que estaría empatado con la alianza Laboristas/Verdes, la segunda fuerza más grande en el Parlamento.
La coalición, formada en julio pasado, ya había mostrado síntomas de fragilidad con dificultades para alcanzar consensos en diversos temas.
Un contexto enrarecido en Países Bajos y Europa
La decisión de Wilders llega cuando Países Bajos está a tan solo tres semanas de albergar una cumbre de los líderes de la OTAN en La Haya, que seguramente recibirá con un gobierno interino.
Justamente, se prevé que esta disolución de la coalición retrase decisiones sobre el aumento del gasto en defensa para cumplir con las nuevas metas de la OTAN.
Mientras que la posibilidad de una elección anticipada se daría cuando la extrema derecha gana terreno en Europa.
El domingo, el candidato nacionalista Karol Nawrocki ganó por poco margen la elección presidencial en Polonia el domingo.
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Con AP, Reuters y EFE
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