Chile declaró este martes 25 de febrero estado de excepción y un toque de queda nocturno en la mayor parte del territorio, incluida la capital Santiago, por un apagón que afectó al 95% del país. El corte eléctrico. que para la noche del martes no se había solucionado, paralizó servicios como el metro, generó caos en varias zonas y golpeó el mercado de los metales por el cese de operaciones de las minas de cobre.
Un gran apagón dejó el martes 25 de febrero a oscuras al 95 de Chile, incluido Santiago, la capital del país, y dejó sin electricidad a importantes minas de cobre en el norte del país, golpeando a los mercados mundiales de metales.
Horas después de iniciado el apagón y al caer la noche, el Gobierno de Chile anunció el estado de excepción y estableció un toque de queda desde las 22.00 hasta las 6.00 horas (01.00 a 09.00 GMT) desde la norteña región de Arica hasta la sureña región de Los Lagos.
El corte que se produjo en una de las tres líneas de 500 KV suministran a todo el país por razones aún desconocidas es el segundo gran apagón que sufre Chile, en menos de seis meses y pone de relieve la debilidad de las grandes carencias que el país tiene en este sector, altamente privatizado.
Al menos el 95% de los 20 millones de chilenos enfrentaron desde la tarde del martes una inusual interrupción del servicio que sumió al país en el caos y el desconcierto.
Ante la emergencia, el presidente Gabriel Boric declaró el "estado de excepción por catástrofe".
"Vamos a tener toque de queda desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana" del miércoles, dijo la ministra del Interior Carolina Tohá, en conferencia de prensa.
La medida cumbre el norte y sur de Chile, desde la región de Arica hasta la de Los Lagos, respectivamente, donde vive la mayor parte de la población.
Esa vasta zona está sin suministro de energía desde las 15H16 (18H16 GMT), según el Servicio Nacional de Desastres (Senapred).
En Santiago, el corte obligó a la evacuación del metro. Miles de personas, para regresar a sus hogares, tuvieron que caminar por horas bajo los 30 grados.
Los "comercios estaban cerrando cuando estaba volviendo en bicicleta desde mi oficina, especialmente los restaurantes. En el banco donde trabajo se tuvieron que parar todas las operaciones", relató Jonathan Macalupú, de 25 años.
Sin metro, en shock y con festival suspendido
Una anciana, en shock, con la mano en la boca contuvo el llanto cuando quedó atrapada en un ascensor de Santiago mientras un bombero se aprestaba a rescatarla.
También la prensa chilena difundió videos de redes sociales con personas apresadas en atracciones de altura en parques de diversiones.
La circulación en Santiago fue una de los más afectadas tras el desalojo del metro, que transporta a diario alrededor de 2,3 millones de usuarios.
"Nos dejaron salir en el trabajo por el corte de luz, pero ahora no sé cómo irnos a casa porque todas las micros (buses) pasan llenas", aseguró María Angélica Román, de 45 años y trabajadora de una oficina de cobranzas.
Con las horas las comunicaciones por celular y la conexión a internet se hicieron más difíciles.
Al declarar el estado de excepción, el Gobierno "busca garantizar la seguridad de las personas ante la posibilidad de que el corte se extienda durante horas de la noche", sostuvo la ministra.
El apagón no sólo alteró la rutina de la capital de siete millones de habitantes.
El Festival Internacional de Viña del Mar debió cancelar el espectáculo de este martes que incluía las presentaciones de los colombianos Morat y Sebastián Yatra.
"Los shows de esta noche deberá ser reprogramados para el sábado 1 de marzo de 2025″, señaló la organización en un comunicado.
Se trata del peor apagón registrado en Chile desde 2010, cuando gran parte de la población estuvo sin servicio también por una caída de la red de electricidad a la altura de la región de Biobío (sur).
Sin indicios de un ataque
El Gobierno desestimó rápidamente la posibilidad de un ataque contra la red de suministro de energía.
"No hay ninguna razón para suponer que detrás de esto hay un ataque. Sería una falla propia del funcionamiento del sistema", dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá, en una conferencia de prensa.
De acuerdo con la funcionaria, el sistema hospitalario y las cárceles del país están funcionando con generadores de emergencia.
En Valparaíso, una ciudad a 120 km de Santiago, testigos también reportaron el cierre de comercios y caos del tráfico de vehículos.
"Hay carabineros manejando el tránsito porque hay mucho taco (congestión) en calles que suelen ser poco concurridas. Todos los locales comerciales están cerrando", relató Anadriel Hernández, una estudiante de 20 años.
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