Un juez británico, ataviado con la tradicional toga negra y peluca blanca, estrecha su mazo contra un manifestante sometido que sostiene una pancarta ensangrentada. Así es la obra del incógnito muralista británico Banksy que apareció este lunes 8 de septiembre en el principal tribunal de Londres, en medio de una cascada de detenciones de activistas propalestinos designados por el Gobierno como "terroristas".
La obra de uno de los íconos del arte más enigmáticos del Reino Unido ha aparecido solo dos días después de que la Policía británica detuviera a 890 manifestantes, de los 1.500 que se concentraron para condenar la ilegalización de Palestine Action, una organización propalestina catalogada como terrorista por el Gobierno.
Como es habitual, el artista no comentó su obra, a pesar de compartirla en su perfil de Instagram. Sí lo hicieron algunos cibernautas que relacionaron la aparición del artista con los arrestos contra manifestantes propalestinos.
Uno de los comentarios que más reacciones provocó en la publicación —con más de 2.000 likes— culpa al primer ministro, Keir Starmer, de “destruir la libertad de discurso y de criminalizar a aquellos que se alzan en defensa de otros”. Otro usuario agregó: “Las protestas pacíficas no son terrorismo, a pesar de lo que diga el Gobierno”.
La pintura fue protegida desde la mañana con dos paneles negros de plástico, vallas metálicas y dos vigilantes de seguridad que la custodian con el fin de facilitar su conservación.
Banksy es el seudónimo de un artista británico cuya identidad real se desconoce. Sus murales realizados con técnica de plantilla y cargados de crítica social emergen sorpresivamente en calles o edificios de diferentes ciudades del mundo, principalmente de Londres. Sus dibujos gritan contra el consumismo, la degradación del medio ambiente y la guerra.
El artista ha creado en el pasado obras en apoyo al pueblo palestino que pintó incluso en zonas de Cisjordania como el propio muro de separación con Israel.
Allí dibujó La cicatriz de Belén —que representa un pesebre rodeado por una muralla—, o una rata con una resortera —similares a las que usaban los palestinos en las intifadas— que fue trasladada a una galería de Tel Aviv.
La última aparición de Banksy fue el pasado 30 de mayo en Marsella (en el sur de Francia). Antes de eso, pintó en la capital británica nueve obras de temática animal, entre ellas la famosa garita de Policía en el distrito financiero, reconvertida en un tanque de pirañas.
De activistas a terroristas
Palestine Action es un grupo activista propalestino en el Reino Unido que realiza acciones directas contra infraestructuras relacionadas con la industria militar, especialmente aquellas vinculadas a armamento o empresas acusadas de apoyar el conflicto israelí-palestino.
Entre sus acciones, se incluyen ocupaciones de oficinas, como la base de la Royal Air Force (RAF) en la que se vandalizaron aviones militares, lo que motivó que el gobierno británico lo declarase organización terrorista en julio de 2025.
Desde entonces, expresar apoyo, pertenecer o fomentar el grupo es un delito penal con penas que pueden alcanzar hasta 14 años de prisión.
Durante el primer mes desde la declaración de ilegalidad de Palestine Action, la Policía británica detuvo a 221 personas por presuntos delitos tipificados en la ley contra el terrorismo, entre ellas una persona detenida por pertenecer a una organización proscrita, 58 más por apoyar, u organizar una reunión en apoyo de una organización prohibida y el resto por llevar ropa o artículos que los identifiquen con el grupo.
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