Recientemente el Banco Central de la República Dominicana informó al país, que la inflación interanual, medida desde diciembre de 2020 a diciembre de 2021, fue de 8.5 %.

La teoría económica define la inflación como el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado durante un período de tiempo, generalmente un año. Cuando hay inflación las personas pierden poder adqusitivo para comprar bienes y servicios.

En su nota de prensa el Banco Central ha reiterado “que la evolución de los precios internos ha estado impactada por la situación de los mercados comerciales internacionales, habiéndose generado cuellos de botella en las cadenas de suministro, combinados con aumentos sustanciales en las tarifas de los contenedores y fletes globales”.  Asi, como por otros factores externos como el incremento de las cotizaciones de los insumos alimenticios y las materias primas.

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El aumento de precio ha sido muy significativo en todos los productos de bienes y servicios de la economía, no sólo en los de las canasta básica.  La percepción real de las personas cuando se va a los supermercados, a las tiendas, cuando se comparan los precios de los combustibles es que la inflación pudiera ser mayor.

De hecho ha sido la mayor inflación desde hace 14 años y a su vez la segunda más alta de la región de Latinoamérica

En los actuales momentos, el tema de la inflación es una preocupación mundial que se ha acrecentado por el temor en los mercados, no sólo a los factores señalados por el Banco Central, sino debido a los fuertes estímulos monetarios llevados a cabo por casi todas las economías durante el año de la pandemia 2020.

Por citar un ejemplo, en el caso de Estados Unidos, la inflación ha alcanzado su nivel más alto en una década, por lo que la República Dominicana no escapa de esta situación y la Junta Monetaria y el Banco Central han empezado a tomar las medidas monetarias adecuadas para contener la inflación en el corto plazo.

Sin embargo, la inflación es un tema que también afecta a todos los actores del sistema bancario, es decir, a los depositantes, a los deudores, y a los propios bancos, algunos de manera positiva y a otro de manera negativa, que es la razón de esta publicación.

Durante el período 2020-2021  casi todos los bancos centrales del mundo impulsaron una política monetaria expansiva con la finalidad de mantener bajas las tasas de interés en la economía, promover un mayor acceso al crédito bancario, preservar la estabilidad económica y los empleos.

En nuestro país, las tasas de interés de los préstamos bancarios se redujeron con relación al año previo a la pandemia, de igual forma o en una proporción significativamente mayor la tasa de interés pasiva que reciben los depositantes por sus ahorros o certificados financieros también bajaron.

Impacto de la inflación para los depositantes o ahorrantes de las entidades bancarias

Conforme a los datos publicados a noviembre 2021 por la Superintendencia de Bancos en la sección de estadísticas, las tasas de interés nominales pasivas promedio ponderadas pagadas por los distintas entidades bancarias a los depositantes fueron las siguientes:

Es importante que los depositante puedan entender la diferencias entre tasa de interés nominal y tasa de interés real, porque esta última es la que importa para mantener el poder adquisitivo de los ahorros de las personas.

La tasa de interés real, es la diferencia que resulta de restar la inflación a la tasa de interés nominal que pagan los bancos por los depósitos captados del público.

En los países donde la tasa de inflación es mayor que las tasas de interés nominal, las tasas de interés reales son negativas, y los ahorros pierden poder adquisitivo para adquirir bienes y servicios, en comparación con los precios que estabán al momento de hacer sus depósitos.

En los países donde la inflación es inferior a la tasa de interés nominal, el valor real de sus ahorros aumenta y sus ahorros mantienen el poder adquisitivo para adquirir bienes y servicios.

En el caso de los depositantes dominicanos, todas las personas que mantuvieron depósitos en cuentas de ahorros, recibieron una tasa de interés real negativa, al restar la inflación de 8.5%, esto significa que por cada 100 pesos depositados en los bancos, en término de poder adquisitivo los ahorrantes perdieron un valor de 8 pesos, a pesar de que siguen manteniendo sus 100 pesos más el 0.5% pagado de tasa de interés pasiva.

Impacto de la inflación para los deudores de las entidades bancarias:

 A continuación se presentas las tasas de interés activas promedio ponderada, pagadas por los deudores por los préstamos tomados  por tipo de facilidad:

El impacto de la inflación es diferentes para los deudores del sistema financiero, ya que en la mayoría de las facilidades otorgadas, la tasa de inflación es menor a la tasa nominal de interés activas que pagaron los deudores por los préstamos tomados.

En este caso, las entidades bancarias mantuvieron el valor y poder adquisitivo de sus portafolios crediticios, logrando tener una tasa de interés neta positivas en sus negociaciones crediticias.

Cabe señalar, que salvo en muy pocas facilidades crediticias la tasa de interés real de los préstamos fue negativa, como son, los de préstamos para vivienda de bajo costos, préstamos para vehículos nuevos, préstamos comerciales a través de línes de créditos, por los que los deudores que compraron casas, carros nuevos en el año 2021, salieron favorecidos  como resultado de que la inflación fue mayor a la tasa de interés nóminal que pagaron por sus préstamos, y en el caso las entidades bancarias pierden saldos reales, por mantenerles esas tasas de interés nominales por debajo de la inflación.

Impacto de la Inflación para las entidades bancarias

De análisis anterior se deriva que existe un amplio margen de interés neto a favor de los bancos entre las tasas de interés promedio ponderada activas (12.1%) y pasivas (1.49%)  de un 10.61%, que irá a la par con el  incrementento en la rentabilidad de alrededor de un 24% que tendrá el sector financiero durante el año 2021.

Claramente, somos de opinión de que los bancos deben generar utilidades, es decir, beneficios, para poder expandir su base de capital, y mantener una solvencia acorde al perfil de riesgo de cada banco, y estar en cumplimiento a lo establecido en la Ley Monetaria y Financiera.

Los bancos deben generar utilidades, para poder tener mayor capacidad para generar nuevos préstamos, y absorber las pérdidas de los clientes morosos o carteras de créditos vencidas o no pagadas.

Finalmente, las tasas de interés pasivas, reales negativas pagada a los depósitos o ahorros de las personas, debería ser una preocupación para los hacedores de políticas y para los propios bancos, ya que esto puede incentivar a que los ahorrantes retiren sus depósitos y decidan mantener su dinero en efectivo, o en otras monedas, irse a otro mercado, o irse al sector informal donde no existe ninguna garantía ni seguridad a cambio de recibir una tasa de interés mayor por sus ahorros.

Los depositantes del sistema financiero han sido los verdaderos afectados por el incremento de la inflación que registró la República Dominicana durante el año 2021.

La columna “La Banca Dominicana por Dentro”, es desarrollada por Jesús Geraldo Martínez, en el interés de aportar al fortalecimiento del sistema financiero dominicano desde una perspectiva analítica y práctica orientada a la formación de conocimientos y divulgación de informaciones exclusivas de dicho sector. Para contactar con el autor puede escribir al correo jgmartinez20@icloud.com, o seguir a @Jesusgeraldomartinez en Instagram.