El anuncio del presidente Luis Abinader de que sometería una ley para reducir a cero% los aranceles de productos comestibles de alto consumo, se mantiene. Y esto, a pesar de las críticas y rechazo que ha generado, entre industriales y el sector agrícola.

El mandatario celebró este jueves una rueda de prensa en el Palacio Nacional, en la que volvió a mencionar esta medida, y resaltó que ayudará especialmente en la importación de materias primas.

"Cuando hablamos de abrir importaciones a tasa cero, una gran parte de las importaciones son de materia prima, que en algunos países donde no tenemos acuerdo (de libre comercio), pues se le cobraba aranceles que iban de un 8 a un 25 %".

Agregó que al eliminar esos aranceles, "la industria podrá comprar esas materias primas en lo mercados más competitivos". Y como ejemplo mencionó que en el país no se produce trigo ni soya, dos materias primas que son fundamentales para la producción de pollo, cerdo y pan.

A la AIRD no le gustó, tampoco a Confenagro

El presidente mencionó que serán los industriales los que podrán comprar materia prima a un mejor precio. Sin embargo, la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) que precisamente agrupa a los industriales rechazó la medida y se fue directo al Congreso Nacional para evitar su ejecución.

En una carta dirigida al presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, el presidente de la IARD, Celso Juan Marranzini, enfatizó que la eliminación de aranceles, que tiene que ser aprobada en el Congreso, "no garantiza una reducción en los precios de la canasta básica, y por el contrario afectará sensiblemente a los miles de productores del campo, a las empresas productoras, a las agroindustrias…". La misiva fue enviada al Legislativo el pasado lunes.

Asimismo, la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro) mostró su preocupación por la misma medida que implica exoneraciones arancelarias las importaciones de productos alimentarios que son producidos en el país.

Wilfredo Cabrera, presidente de Confenagro, consideró que causaría serios daños a los agroproductores nacionales que, pese a todos los pronósticos, han sostenido el suministro de los rubros agropecuarios esenciales.