Cuando el gobierno solicitó al Congreso reasignar 4,250 millones de pesos del presupuesto del Ministerio de Educación, del 2022, para ser invertidos en otras actividades, lo hizo con la certeza de que no sería posible que ese monto pudiera ser invertido adecuadamente.
El gobierno tiene varios meses buscando destrabar los nudos que se crearon con la construcción de escuelas en todo el territorio nacional. Varios organismos estatales están involucrados en ese propósito, pero hubo que proceder con esquemas complicados para desenrollar las complicaciones recibidas de la pasada administración.
El déficit de aulas es un gravísimo problema. Planteado de ese modo pareciera lógico que el gobierno termine las escuelas en el menor tiempo posible. Sin embargo, hay muchos muros por delante, trabas legales, pagos irregulares que se hicieron a constructores que nunca presentaron un diseño ni tenían terrenos para construir las escuelas prometidas, y contratos que se hicieron con ingenieros que levantaron parte de edificaciones escolares, y dejaron sin terminar las escuelas.
Hay escuelas que se iniciaron en la administración de Hipólito Mejía que nunca se terminaron, y las hay de las administraciones de Leonel Fernández y de Danilo Medina. En este momento el Ministerio de Educación tiene 718 escuelas por concluir.
Fue tan grande el nudo que le dejaron a las autoridades que en mayo del 2021 el presidente Luis Abinader promulgó la ley 118-21, autorizando al gobierno a tomar las medidas pertinentes para la terminación de obras inconclusas, tanto hospitales, carreteras como escuelas.
El presidente reunió un equipo de trabajo multidisciplinario y de varias entidades oficiales, y se encontraron fórmulas para trabajar en equipo entre el Ministerio de Obras Públicas, el de Educación, el Ministerio de Hacienda, la Contraloría General de la República y otras entidades, y se encontró un caos difícil de resolver.
Muchas obras se asignaron por concursos, otras grado a grado, y se pagaron partidas que incluían el 20% de inicio, más cubicaciones. Docenas de obras no tenían diseño, tampoco presupuesto, otras estaban en solares al lado de lagunas, o cerca de industrias.
Se concluyó que debían hacerse nuevos presupuestos, incluyendo lo que denominaron presupuestos de terminación. Ahora unas 260 escuelas tienen presupuestos de terminación, pero ya fueron pagadas por el Estado. Hay 478 escuelas que no tienen presupuestos. Hay 96 planteles contratados y pagados o parcialmente pagados que no tienen solares.
El Ministerio de Educación evalúa si continuar o discontinuar 376 centros educativos. Unos 260 centros se iniciaron, pero los constructores no quieren continuar, o se mudaron del país o se niegan a cumplir. Hubo un caso de un ingeniero que fue llamado por el director de Edificaciones Escolares del MINERD, con el presidente Abinader a su lado, y el mandatario escuchó la respuesta del ingeniero cuando dijo: “Dile a Abinader que venga él a terminar la escuela”.
Hay dos entidades estatales que construyen en la actualidad, que son Obras Públicas y el ministerio de Viviendas, además el ministerio de Educación tiene un Plan Nacional de Edificaciones Escolares, dirigido por Fernando Taveras, quien organiza desenrollar las trabas encontradas.
En este momento se está trabajando en la construcción de 122 planteles escolares, y sus ingenieros -aunque recibieron pagos en el pasado- ahora recibieron un 20% del llamado presupuesto de terminación.
El presidente Luis Abinader declaró este lunes que “todo este proceso de contratación de edificaciones escolares estuvo viciado administrativa, técnica y jurídicamente”. Entiende que ningún contratista debió recibir dinero si las obras no tenían diseños ni terrenos para levantarse.
Se preguntó Luis Abinader ¿por qué levantar tantas escuelas al mismo tiempo”. La irregularidad del proceso brota por todos los costados. Lo mismo pasó con las carreteras y los hospitales.
En San Francisco de Macorís, por ejemplo, la construcción del nuevo hospital San Vicente de Paul se contrató a 11 ingenieros. Eso ya representa un serio problema para resolver esos contratos y terminar la construcción.
Carlos Pimentel, director de Compras y Contrataciones, informó que todas las obras contratadas estaban por encima del 100% de su costo, cuando la ley apenas permite elevar el 25% por encima del costo. Por tanto se violó la ley de compras y contrataciones en casi todos los casos.
El presidente Abinader declaró que este gobierno espera terminar por lo menos 343 escuelas este año 2022, y las restantes se terminarían en el 2024.
Los ingenieros contratistas que no respondan a los plazos que se han otorgado, 60 días, serán eliminados del Registro de Proveedores del Estado y sus expedientes pasarán al Ministerio Público para que los investigue y los persiga.
Ya están en manos del Ministerio Público los casos de pagos a ingenieros a los que se entregó dinero sin tener diseños o sin tener solares. “Las irregularidades son muy diversas, y el Ministerio Público tiene estas informaciones para investigar”, declaró el presidente. Hay ingenieros que dicen tener el dinero guardado para devolverlo.
El presidente Abinader explicó que el aumento de este año 2022 al presupuesto de Educación fue de 36 mil millones de pesos, y se mostró convencido de que este gobierno terminará de construir las 600 escuelas que hacen falta.
Ángel Hernández, ministro de Educación, dijo que con motivo de la pandemia se cerraron más de 600 colegios privados y que muchos estudiantes han migrado a las escuelas públicas.
El gobierno está recurriendo al alquiler de colegios que se cerraron o a estimular esos colegios para que abran su puertas y el gobierno abogar 150 dólares por alumno. Se han identificado, dijo, 136 mil oportunidades ya, en las evaluaciones que se realizan para que nadie pierda el año escolar.
Estos datos fueron ofrecidos este lunes por el gobierno, en una reunión en el Palacio Nacional, encabezada por el presidente Luis Abinader y la vicepresidenta Raquel Peña, además de los ministros de la presidencia, Joel Santos, de Educación, Ángel Hernández, y los directores de Compras y Contrataciones, Carlos Pimentel, y de Edificaciones Escolares, Fernando Taveras.