En la actual República Dominicana no hay problemas de altos precios de los alimentos de consumo básico.

Los servicios de electricidad, agua potable, salud y educación operan de manera óptima.

La seguridad ciudadana no podría ser mejor: no hay asaltos callejeros, no hay violencia de antisociales contra las personas de bien, y la seguridad en los hogares es inmejorable.

El desempleo ha sido prácticamente eliminado, abundan las opciones de trabajo para jóvenes y adultos de todas las clases sociales.

Se respetan las leyes de tránsito y los accidentes en calles y carreteras son cosas de un pasado ya olvidado.

Se respetan los derechos civiles y humanos a todas las personas, sin distinción de clases sociales, credos religiosos, ideas políticas ni procedencia étnica.

No hay problemas ambientales, no hay contaminación de terrenos, ríos ni mares.

A juzgar por los discursos apocalípticos del Gobierno y de la oposición más conservadora, el único problema de la República Dominicana es la presencia de inmigrantes haitianos…