Hace 61 años, Juan Bosch escribió Crisis de la Democracia en América en la República Dominicana, en el que advirtió sobre los desafíos y peligros que enfrentaba la democracia en nuestro continente y en nuestro país.
Desde 1964, cuando Bosch puso a circular su ensayo, muchos acontecimientos han impactado a la República Dominicana y a otros países de las Américas, pero sus puntos de vistas son pertinentes hoy, pues los peligros que identificó el pensador, político y escritor no solo persisten, sino que, en algunos casos, se han agravado.
Bosch señalaba que la democracia en América enfrentaba amenazas internas y externas, desde la corrupción y el clientelismo hasta la influencia de intereses económicos y fuerzas autoritarias.
También advertía sobre la fragilidad de las instituciones y la concentración del poder, como elementos que podían socavar los procesos democráticos y abrir paso a regímenes autoritarios.
Hoy, en el contexto del siglo XXI, estos peligros todavía acechan. La corrupción continúa siendo un obstáculo para el desarrollo y la confianza en las instituciones. La desigualdad social y económica, que Bosch también mencionaba, se ha profundizado en muchos países, generando descontento y desafección hacia el sistema democrático.
La creciente concentración del poder en manos de elites económicas y políticas, así como el uso de la tecnología para manipular la opinión pública y limitar libertades, representan nuevas formas de vulnerar la democracia.
Además, la emergencia de movimientos autoritarios y populistas en varias naciones del continente evidencia que las advertencias de Bosch siguen siendo relevantes. La desinformación, la polarización y la percepción de inseguridad alimentan discursos que desafían los valores democráticos, poniendo en riesgo la estabilidad y el respeto por los derechos humanos.
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