Las tasas hipotecarias están por encima del 14 % y los costos de materiales de construcción aumentaron más de un 18 % en dos años, aseguró Annerys Meléndez, presidenta de la Asociación de Constructores y Promotores de Vivienda (Acoprovi).
Dijo que estos incrementos afectan directamente la posibilidad de construir y vender. "Es momento de hablar sobre ajustes reales: incentivos al financiamiento, reducción de trabas para permisos y digitalización de procesos que todavía se sienten demasiado lentos”, manifestó
La presidenta de Acoprovi abordó los desafíos vinculados al mercado de alquileres de la República Dominicana, en el marco de su almuerzo correspondiente a julio.
En esta edición, el tema giró en torno a Ventas inmobiliarias en tiempos retadores: el panorama económico y la innovación en acción, con un enfoque centrado en cómo las condiciones económicas actuales inciden en la comercialización de viviendas y qué estrategias están aplicando los desarrolladores ante ese entorno.
El evento contó con la exposición principal de Bernardo Fuentes, economista del Banco BHD, quien ofreció una visión sobre el comportamiento de las tasas de interés, la inflación y sus efectos en el acceso a la vivienda. Sostuvo que más del 70 % de las compras de vivienda en el país dependen de financiamiento. En ese contexto, el encarecimiento de los préstamos ha limitado la capacidad de compra de miles de familias.
Acoprovi destacó que el sector construcción representa más del 10 % del PIB nacional y genera más de 350 mil empleos. En 2024, la inversión en proyectos habitacionales superó los RD$ 300 mil millones. Sin embargo, dijo, factores como la burocracia en la aprobación de permisos y el incremento de tasas hipotecarias han ralentizado el ritmo de nuevos desarrollos. Cada mes de retraso en los trámites puede encarecer un proyecto hasta en un 12 %.
Con este tipo de encuentros, indicó que busca provocar un diálogo técnico que permita seguir transformando el acceso a la vivienda. Las propuestas del gremio apuntan a construir una política habitacional más eficiente, con incentivos para el desarrollo y un entorno regulatorio que respalde tanto a compradores como a inversionistas.
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