Las mujeres siguen siendo las más afectadas en el acceso al financiamiento y bancarización, limitando el crecimiento y promedio de vida de las mipymes lideradas por ellas.
De acuerdo con un estudio presentado por el Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la Micro, Mediana y Pequeña Empresa (Promipyme), algunas características propias de las empresas lideradas por mujeres afecta el acceso al crédito, sin embargo, también sugiere que existen brechas atribuibles a la discriminación de género.
El estudio Bancarización y acceso al crédito para las mipymes en la República Dominicana: una perspectiva de género en base a la Enhogar 2022, plantea que estas empresas no solo enfrentan desafíos para escalar (crecer), sino para mantener su operatividad a largo plazo, factor que influye en el acceso a recursos financieros, su capacidad para construir su score crediticio y su resiliencia frente a cambios en el mercado.
El director de Promipyme, Fabricio Gómez Mazara, explicó que la vida promedio de los negocios liderados de mujeres es de 6.92 años, mientras que la de los hombres es de 13.31 años en promedio. “Desde el punto de vista de oferta de crédito, las empresas más jóvenes y de menor tamaño son percibidas como de mayor riesgos por quien ofrece los créditos”, indicó.
Sostuvo que esta característica puede explicar porqué las empresas lideradas por mujeres están limitadas financieramente. “Mientras más trabajadores tiene la empresa más vida promedio tiene”.
Empresas dirigidas por mujeres tienden a utilizar una menor variedad de fuente de financiamiento, tienen menos tiempo de existencia, menor tamaño, menos capacidad de trabajadores y se concentran en el comercio minorista y lo servicios.
Mipymes dirigidas por mujeres poseen una cuenta de ahorro | 45.38 por ciento |
Certificados financieros | 35.50 por ciento |
Líneas de crédito | 34.22 por ciento |
Cuentas corrientes | 30 por ciento |
Partiendo de estas características, de acuerdo con Gómez Mazara, el estudio busca responder si las empresas que están lideradas por mujeres encuentran más dificultades al acceso a financiamiento, por estructuras propias de sus negocios o por brechas de discriminación de género.
“Nos damos cuenta de que aún corrigiendo por covariables estructurales que uno esperaría que el sesgo se fuera, la brecha se mantiene en dos elementos esenciales para cualquier empresa, en la cuenta corriente y en la línea de crédito. Es decir, aquí ya nos damos cuenta que sí, a pesar de corregir con los variables estructurales, se mantiene”, explicó el funcionario.
Sostuvo que esta brecha se mantiene en productos financieros vinculados intrínsecamente al comportamiento o al funcionamiento de la empresa, la cuenta corriente que se sirve para pagar y la línea de crédito que te sirve para generar bienes y servicios.
Asimismo, dijo que el estudio refleja que el tamaño de la empresa sigue siendo significativo, porque las empresas más grandes tienen ventajas. Las empresas con mayor número de empleados son lideradas por los hombres.
Conclusiones del estudio
El estudio concluye que existe una compleja interacción de factores que impactan la bancarización y el acceso al crédito para las mipymes lideradas por mujeres, sugiriendo brechas por discriminación de género.
También, que las mipymes cuyas propietarias son mujeres, son consistentemente más jóvenes y de menor tamaño que sus contrapartes masculinas, con una vida promedio significativamente menor.
De igual forma, tienden a concentrarse en el sector servicios como actividades de alojamiento, salones de belleza, centro de uñas, entre otros.
La mayoría se organiza como propietarios únicos. Esto es percibido como de mayor riesgo por los proveedores de financiamiento, lo que le restringe el acceso al crédito.
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