La Superintendencia de Bancos (SB) emitió la Circular SB: CSB-REG-202500013, mediante la cual se crean las Cuentas Básicas de Ahorro para MIPYMES, un producto diseñado para facilitar el acceso de micro, pequeñas y medianas empresas, así como de emprendedores individuales registrados como contribuyentes, a los servicios bancarios básicos. La medida forma parte de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera y busca impulsar la formalización de la economía y ampliar las oportunidades de desarrollo.

Sin embargo, la exigencia de estar previamente registrado como contribuyente ante la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) deja fuera a una gran cantidad de microempresas y emprendedores que aún no han formalizado su estatus fiscal. Este punto se convierte en el mayor desafío de la circular, dado que en la República Dominicana más del 55% de las empresas opera en la informalidad.

La iniciativa tiene claros beneficios para quienes puedan acceder. Permitirá que pequeños negocios ingresen al sistema financiero sin necesidad de adquirir otros productos adicionales. Las MIPYMES podrán realizar depósitos, retiros, transferencias, pagos de préstamos y tarjetas de crédito, incluso mediante canales digitales. Al mismo tiempo, se garantiza un trato más justo, con la reducción de requisitos excesivos y costos elevados.

Otro aporte es la posibilidad de construir historial financiero, una condición clave para acceder en el futuro a créditos y productos especializados. Además, fomenta la reducción del uso de efectivo, aumentando la seguridad de las operaciones y la transparencia de las transacciones.

El organismo supervisor reconoce que miles de emprendedores todavía gestionan sus negocios en efectivo o a través de cuentas personales, lo que dificulta la organización financiera y limita el acceso al crédito. La Cuenta Básica de Ahorro MIPYMES abre una vía hacia la formalización gradual de estos actores, permitiéndoles mayor transparencia, la posibilidad de demostrar ingresos, acceso a financiamiento y seguridad en el manejo de sus recursos. Incluso facilita la integración en cadenas de valor que requieren operaciones bancarias.

No obstante, mientras no se simplifique el proceso de formalización fiscal, muchos de estos empresarios seguirán quedando fuera del alcance de la medida. La circular abre la puerta, pero la llave está en un registro tributario que gran parte de los negocios aún no posee.

Para abrir una cuenta de este tipo, la SB estableció requisitos diferenciados. En el caso de las personas jurídicas, se exige Registro Mercantil vigente, Registro Nacional de Contribuyente (RNC), documentos de identidad de socios y representantes, y datos básicos de la empresa. En el caso de las personas físicas contribuyentes, se requiere documento de identidad válido, Registro Mercantil opcional y datos personales y comerciales, incluyendo identificación tributaria ante la DGII.

La cuenta funcionará únicamente en pesos dominicanos, con un tope de transacciones de RD$700,000 mensuales, ajustable anualmente por inflación. Los cargos por servicios serán mínimos y la apertura podrá realizarse de manera presencial o digital. Además, las entidades estarán obligadas a monitorear operaciones inusuales como parte de las medidas de prevención de lavado de activos y financiamiento ilícito.

El principal obstáculo de esta medida está en la realidad de un país con más de la mitad de su economía en la informalidad. Muchas microempresas carecen de Registro Mercantil, desconocen los procesos de inscripción o simplemente desconfían del sistema financiero por temor a impuestos, costos bancarios o supervisión. A ello se suman las dificultades tecnológicas de los negocios ubicados en zonas rurales y el límite de transacciones, que aunque adecuado para microempresas, puede resultar restrictivo para negocios en crecimiento.

Así, la circular de la Superintendencia de Bancos puede reducir la brecha de inclusión financiera, pero también corre el riesgo de profundizar la exclusión si no se acompaña de programas estatales de apoyo a la formalización, simplificación de trámites y capacitación empresarial.

La Cuenta Básica de Ahorro para MIPYMES constituye una herramienta poderosa para democratizar los servicios bancarios y fortalecer la competitividad de las pequeñas empresas, que son motor del empleo y la producción nacional.

Pero el reto está en la informalidad. Mientras la exigencia de ser contribuyente siga siendo el filtro de entrada, miles de microempresas permanecerán excluidas. El desafío, por tanto, no es solo abrir cuentas, sino crear condiciones para que más negocios crucen la frontera hacia la formalidad.

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Tu Consultorio Financiero es una columna desarrollada por Jesús Geraldo Martínez sobre finanzas personales, para orientar a las personas con conocimientos básicos en finanzas y economía a mejorar su entendimiento. Para consultar con el autor puede escribir al correo abogadojesus@icloud.com, o en Instagram @Jesusgeraldomartinez

Jesús Geraldo Martínez

Economista

Dominicano, consultor, con amplia experiencia profesional en regulación y supervisión del sector financiero, destacado por sus conocimientos en gerencia, finanzas bancarias, gestión de riesgos, administración y optimización de portafolios, investigación económica, planificación estratégica, análisis de riesgos financieros y sectoriales, análisis y estructuración de bases de datos, econometría, estadística, diseño y aplicación de modelos de pruebas de estrés.

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