La industria de productos de consumo masivo (CPG, por sus siglas en inglés) está enfrentando un cambio estructural a nivel global, y América Latina no es la excepción. Según un nuevo informe de Boston Consulting Group (BCG), los consumidores están cambiando sus hábitos de compra en favor de productos más saludables, naturales y menos procesados. Este giro en las preferencias representa tanto un desafío como una oportunidad para las empresas que buscan mantenerse competitivas en un entorno cada vez más exigente.
En el informe titulado CPG Companies Need a New Recipe as Consumers Seek Healthier Choices, analiza cómo la presión de consumidores informados, nuevas regulaciones y la expansión de medicamentos como los GLP-1 (usados para el tratamiento de la obesidad y la diabetes) están transformando el mercado de alimentos y bebidas. El crecimiento del mercado cayó a un 2,1 % en 2024 —por debajo de la inflación— y las grandes marcas cedieron participación frente a marcas emergentes, privadas y startups que ofrecen productos con mejor perfil nutricional.
“Estamos observando una transformación profunda. Los consumidores latinoamericanos están cuestionando lo que consumen, demandan transparencia y eligen activamente productos que aporten a su bienestar. Las compañías que entiendan este cambio y actúen con agilidad, podrán capturar oportunidades de crecimiento sostenible”, señaló Andrés Giraldo, director general y socio de BCG y líder de la práctica de consumo masivo y retail en América Latina de habla hispana.
Menos ultra procesados, más nutrición
Los alimentos ultra procesados —aquellos con aditivos, azúcares añadidos, grasas saturadas y escaso valor nutricional— están bajo la lupa tanto de los consumidores como de los reguladores. Aplicaciones móviles como Yuka, que permite escanear productos y obtener calificaciones de salud, ya cuentan con más de 65 millones de usuarios globales y están influyendo directamente en las decisiones de compra.
En Francia, por ejemplo, la cadena Intermarché reformuló más de 900 productos para mejorar su puntuación en Yuka. Aunque dicha aplicación no está activa en países de Centroamérica, la región si cuenta con aplicativos como Open Food Facts y MyRealFood donde los consumidores pueden escanear productos y clasificar entre "comida real", "buenos procesados" y "ultraprocesados" o ver los datos nutricionales.
Asimismo, el uso creciente de medicamentos GLP-1 está reduciendo la ingesta calórica y el consumo de snacks ultra procesados. Se estima que más de 12 millones de personas los utilizarán en EE.UU. para 2030, y el impacto será global: se prevé una disminución significativa en el consumo de productos como papas fritas, cereales azucarados y repostería industrial.
Oportunidades: reformulación e innovación
A pesar del escenario desafiante, según BCG los caminos concretos para que las compañías no solo se adapten, sino también lideren. Entre sus recomendaciones destacan:
Redefinir el posicionamiento corporativo en torno a la salud y los alimentos procesados, con mensajes transparentes y consistentes.
Reformular productos de forma estratégica, manteniendo el equilibrio entre sabor, costo y nutrición.
Impulsar la innovación para atender nuevas demandas del consumidor, como bebidas prebióticas, snacks funcionales o productos naturales con beneficios añadidos.
Casos exitosos incluyen la bebida funcional japonesa Yakult 1000, los jugos Capri Sun reformulados con menos azúcar, y la línea de snacks congelados naturales Trü Frü, recientemente adquirida por Mars.
“Las empresas que comiencen hoy a revisar sus portafolios, adoptar ingredientes más naturales y desarrollar nuevas categorías, serán las líderes del mañana”, concluyó Giraldo.
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