El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un financiamiento no reembolsable de US$ 100 millones para ayudar a Haití a reconstruir el acceso a los servicios esenciales de salud en la región del Gran Norte del país y reducir la mortalidad y las discapacidades evitables.
La operación, que ha sido aprobada por el Directorio Ejecutivo del BID, contribuirá a mejorar el sistema de salud, realizar encuestas clave y análisis para la gestión sanitaria, y avanzar en la digitalización de la atención médica, utilizando la información obtenida para elaborar un plan maestro de inversiones a mediano plazo.
La iniciativa también dará continuidad a las intervenciones realizadas desde 2022 en el marco de operaciones de protección social apoyadas por el BID, y apoyará la prestación de servicios esenciales orientados a la prevención y tratamiento de enfermedades no transmisibles prevalentes, como la diabetes y la hipertensión, así como enfermedades infecciosas como el cólera, la tuberculosis, la malaria, el VIH y el virus del papiloma humano.
Para contribuir al empoderamiento de grupos en situación de vulnerabilidad, como personas desplazadas internamente, migrantes retornados, mujeres vulnerables y personas con discapacidad, el programa desarrollará protocolos de atención que reflejen sus preferencias.
La mayor parte de los recursos se destinará a mejorar la capacidad de respuesta de la red de establecimientos que atiende a las comunidades prioritarias mediante el fortalecimiento de la infraestructura de salud.
Esta será la primera etapa de un compromiso a más largo plazo para reconstruir la capacidad de respuesta de la red de salud pública, comenzando por la región del Gran Norte.
El período de desembolso y ejecución de este financiamiento no reembolsable será de 84 meses.
Con el proyecto se espera beneficiar directamente a unas 750,000 personas en las localidades seleccionadas, comenzando en tres departamentos del norte.
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