El pasado 20 de mayo de 2025, viví en carne propia lo que muchos conductores dominicanos enfrentan a diario en nuestras carreteras: la total vulnerabilidad frente a la imprudencia, la falta de control estatal y el descuido en la infraestructura vial. Mientras conducía por la autopista Duarte, a la altura de Villa Altagracia, una patana de doble altura circulando temerariamente por el carril izquierdo se llevó unos matorrales de la isleta izquierda central. Lo que siguió fue una escena dantesca: troncos y ramas salieron disparados al aire y impactaron de manera frontal y lateral mi vehículo. Afortunadamente, mis compañeros y yo sobrevivimos para contarlo, pero este hecho no debe pasar como una simple anécdota personal. Es una advertencia de un país en riesgo con carreteras como trampas mortales. 

Nuestro país se encuentra atrapado en una cultura de permisividad en las vías públicas. Carreteras sin mantenimiento adecuado, maleza que invade los límites de seguridad, señalización precaria, y vehículos de carga que circulan como si no existieran normas, forman un cóctel explosivo que cobra vidas y causa pérdidas materiales todos los días. Lo más alarmante: la mayoría de estos hechos ni siquiera llegan a la estadística oficial.

Accidente.

En este caso, el comportamiento del conductor de la patana —que no debió circular por el carril izquierdo, y mucho menos hacerlo a alta velocidad— refleja el patrón común de quienes consideran que por manejar maquinaria pesada tienen inmunidad. ¿Hasta cuándo vamos a tolerar esta actitud que desprecia la vida de quienes sí respetamos la ley?

Este tipo de siniestros tiene un impacto económico brutal. Para quienes no cuentan con un seguro full, la historia puede terminar en ruina financiera: pérdida total del vehículo, gastos médicos, paralización del trabajo, e incluso demandas judiciales si se vieron involucrados terceros. Pero aún quienes tienen cobertura completa, como en mi caso, se enfrentan a deducibles, tiempos de espera, depreciación del vehículo, desgaste emocional, e incertidumbre sobre si el siniestro será reconocido como tal.

En consecuencia, el problema deja de ser individual para convertirse en un riesgo sistémico: uno que golpea directamente la cartera de las compañías aseguradoras y, por ende, la estabilidad del sistema financiero en el largo plazo.

En este contexto, resulta urgente que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) revise su modelo de supervisión vial, pero también que abra espacios de cooperación estratégica con el sector asegurador. Las compañías de seguros son directamente impactadas por la alta siniestralidad, y por tanto, deberían estar “al grito” junto a los ciudadanos, demandando mayor seguridad en las carreteras.

No se trata solo de reportar accidentes o tramitar reclamaciones, sino de actuar en conjunto: campañas de prevención, sistemas de monitoreo de puntos críticos, vigilancia tecnológica, y hasta presión para reformas normativas. La seguridad vial no es solo un problema del Estado; también debe ser prioridad para quienes asumen el riesgo financiero detrás de cada volante. 

Es hora de tomar decisiones firmes. No puede ser que los patanistas porque no todos, pero sí muchos sigan operando con una mezcla de impunidad e indiferencia criminal. Se necesita un régimen sancionador riguroso, inspecciones técnicas reales, licencias con controles más estrictos, y una verdadera fiscalización en carretera. No hay excusa: si una patana puede matar a alguien por negligencia, su conductor no debe estar habilitado para manejar.

Como sociedad, no podemos permitir que el caos y el miedo sean el precio de transitar nuestras vías. Mi accidente fue una señal. Espero que no tenga que costar más vidas para que se tomen las medidas que por años se han postergado.

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Tu Consultorio Financiero es una columna desarrollada por Jesús Geraldo Martínez sobre finanzas personales, para orientar a las personas con conocimientos básicos en finanzas y economía a mejorar su entendimiento. Para consultar con el autor puede escribir al correo abogadojesus@icloud.com, o en Instagram @Jesusgeraldomartinez

Jesús Geraldo Martínez

Economista

Dominicano, consultor, con amplia experiencia profesional en regulación y supervisión del sector financiero, destacado por sus conocimientos en gerencia, finanzas bancarias, gestión de riesgos, administración y optimización de portafolios, investigación económica, planificación estratégica, análisis de riesgos financieros y sectoriales, análisis y estructuración de bases de datos, econometría, estadística, diseño y aplicación de modelos de pruebas de estrés.

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