Estados Unidos "ya no es la potencia dominante" en el mundo tecnológico, aunque se comporta como tal, dijo Paddy Cosgrave, director ejecutivo de la conferencia tecnológica Web Summit Rio, que se celebra esta semana en la ciudad brasileña.

El evento, considerado uno de los mayores de su tipo en Latinoamérica, ocurre en un momento complejo para el sector tecnológico global, marcado por la guerra arancelaria lanzada por Donald Trump, que golpea con fuerza a China y Europa.

"En el mundo tecnológico, el mundo ha avanzado. Estados Unidos ya no es la potencia dominante, ya no es hegemónica. Actúa como tal, pero ya no tiene el poder que solía tener", afirmó en una entrevista a la AFP Cosgrave, de 42 años.

Para ilustrar este cambio geopolítico, el ejecutivo irlandés evocó una anécdota ocurrida en la Web Summit Qatar hace pocas semanas.

Durante una charla sobre la carrera de IA entre China y Estados Unidos, cuando el moderador preguntó a los miles de asistentes quién creía que la ganaría Estados Unidos, apenas dos personas levantaron la mano, relató.

"El siglo XXI pertenece sin duda a China y a los BRICS (de los países emergentes). Están en ascenso", dijo el cofundador de la conferencia, de la que AFP es medio asociado.

Cosgrave abogó por "un mundo lo más abierto posible" en oposición a las barreras comerciales y condenó "la balcanización del planeta".

En la Web Summit "nos complace mucho unir empresas estadounidenses, chinas y europeas", afirmó.

La conferencia abordó también el auge de la inteligencia artificial generativa.

Cosgrave hizo una comparación con el riesgo de introducir el automóvil en sus inicios, pero que con el tiempo se fue moderando gracias a las regulaciones.

"Cada nueva tecnología puede ser tanto buena como mala. Y luego solemos tomar una decisión colectiva como sociedad de que si vamos a vivir con esta tecnología que podría tener consecuencias letales, (…) entonces tomamos para regularla", dijo confiado.

Sobre la moderación de contenidos y la lucha contra la desinformación, demostró fundamental que sea laboral "del ámbito público, principalmente de nuestros sistemas judiciales", en vez de que recaigan en las grandes tecnológicas.

"Delegar la responsabilidad de los límites de la libertad de expresión a las corporaciones es una pendiente resbaladiza y peligrosa", estimó.

La conferencia, que se realiza en Río desde hace tres años, permanecerá en esta ciudad por cinco ediciones más, hasta 2030.

La reunión anual, que se cierra este miércoles y este año recibió a 34.000 asistentes, cuenta con centenares de ponentes, desde start-ups a gigantes como Nvidia, TikTok, Meta y OpenAI.