La Comisión Europea dispondrá de un informe independiente sobre el apagón masivo en la península ibérica que incluirá una primera versión técnica que estará lista en un plazo de seis meses y otro estudio -que incluirá también recomendaciones- que debería estar terminado antes de septiembre de 2026, informaron hoy fuentes europeas.
Es lo que prevé la legislación comunitaria para apagones de nivel 3 en una escala de 1 a 3 y, aunque la gravedad de la interrupción de suministro en España y Portugal aún no ha sido oficialmente clasificada, las fuentes europeas dan por hecho que dada la magnitud del incidente será considerado de nivel máximo.
"Estamos preparados para apoyar a España y Portugal de todas las formas posibles, incluida la puesta en marcha de una investigación exhaustiva", dijo en la red social X el comisario europeo de Energía, Dan Dan Jørgensen.
En caso de incidente de nivel 3, existe una primera obligación para el país afectado, que en un plazo máximo de 3 meses desde que se levanta la emergencia debe presentar a Bruselas un informe con las causas y los impactos, entre otras disposiciones.
En paralelo, se elabora un segundo informe independiente en el que se crea un panel en el que se invita a participar a los operadores de otros países no afectados, técnicos de la Agencia de Cooperación de Reguladores Energéticos (ACER), así como a los reguladores de otros países y de los países afectados.
El proceso lo apoya la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E), que designa un "líder" del panel, que es un operador independiente, e invita también a los distribuidores de España, Francia y Portugal al ser los países afectados.
En un plazo de seis meses, ese panel debe remitir un primer informe técnico con los "hallazgos técnicos" y más adelante el informe final con las causas y también con "recomendaciones" para mejorar el sistema, explicaron las fuentes.
La versión final lleva más tiempo y deberá entregarse antes de que se presente el informe anual de incidencias de 2025, que normalmente se difundiría en septiembre de 2026.
Península aislada
Las fuentes europeas rechazaron especular sobre las causas técnicas del incidente o el impacto de las escasas interconexiones eléctricas entre España y Francia, que rondan el 2,8 % pese a que en 2025 deberían alcanzar el 10 % y en 2030 el 15 %.
"Una mayor integración en la red es mejor", se limitaron a decir los técnicos, evitando entrar en un recurrente conflicto político de acusaciones cruzadas entre Francia y España.
Es normal, en todo caso, que el sistema español se cayera pero que el resto de países de la UE no tuvieran incidencia o esta fuera mínima, descontando el sur de Francia, porque el sistema eléctrico comunitario está diseñado precisamente para aislar el problema si no se puede solucionar de inmediato.
El sistema tiene que estar siempre en equilibrio pues se debe consumir toda la electricidad que se produce. Eso se mide en una frecuencia que normalmente es de 50 herzios.
Si los elementos de la red detectan desequilibrios con mucha potencia o corriente, saltan para evitar problemas en el resto del sistema, que es lo que aparentemente ocurrió el lunes en la península ibérica.
Generalmente se produce un "efecto cascada" porque si una línea salta, la corriente que transportaba tiene que repartirse por el resto de líneas, que también pueden saltar si se sobrecargan.
En un primer momento, el resto de operadores de red de los países de la UE tienen obligación de asistir al Estado miembro en apuros a través de las "reservas" de electricidad que están obligados a mantener. España y Portugal, por ejemplo, han ayudado a Ucrania en los últimos meses.
Pero si el sistema en apuros colapsa, el siguiente paso es intentar aislar el problema y evitar que se propague y cause un daño mayor, agregaron las fuentes.
En cuanto a la fase de recuperación del sistema, también existen protocolos comunitarios con obligaciones técnicas, especialmente en casos que afectan a más de un Estado miembro.
Los operadores tienen obligación de contar con un plan de defensa y un plan de restauración del sistema, que normalmente prevé restaurar el suministro progresivamente.
En el caso de España se empezó con electricidad de Marruecos, Francia y la hidráulica generada por las presas, que es "una práctica típica" porque la hidráulica aporta mucha flexibilidad y es necesario mantener siempre el sistema en un equilibrio entre la electricidad generada y la consumida.
Lo habitual es comenzar "reenergizando" pequeñas áreas o islas y después ir conectando unas a otras hasta recuperar todo el sistema, explicaron las fuentes.
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