Un estudio realizado por Matías Bosch Carcuro y Francisco A. Tavárez, titulado Los ajustes al salario mínimo en Repúiblica Dominicana, enumera algunas acciones orientadas a un pago decente.
El Comité Nacional de Salarios debe considerar -expone el estudio- diversos factores para los ajustes de las tarifas de salarios mínimos en el país con el fin de que sean integrales y mantengan su poder adquisitivo.
Estos son: compensación automática por la inflación acumulada, que refleje el crecimiento de la productividad laboral en los salarios y que pondere el crecimiento de la masa salarial en relación con el PIB, al menos en un 1-2 % del PIB anual.
En la República Dominicana, un país con uno de los crecimientos económicos más altos de la región, más de la mitad de los trabajadores carece de estabilidad laboral e ingresos dignos.
Al menos un 53 % de las personas ocupadas vive en condiciones de precariedad laboral, lo que refleja una contradicción profunda entre el discurso del desarrollo y la realidad vivida por millones de trabajadores.
El estudio de Francisco A. Tavárez y del nieto de Juan Bosh detalla lo que debe hacerse en este sentido:
• Hay que trazar una política salarial que haga converger la posición de sexta economía por PIB per cápita y PIB agregado con al menos la misma posición en cuanto a salarios promedio.
• La canasta básica alimentaria se estima en RD$24,680 a mayo de 2025, lo que indica que un hogar cuyos ingresos no superen ese umbral se encuentra en situación de pobreza monetaria.
Pocos salarios mínimos en la economía dominicana pueden cubrir este monto necesario para la alimentación básica, lo que explica altos niveles de pobreza e incumplimiento de la función básica del salario mínimo que es asegurar, al menos, la sobrevivencia y reproducción de la fuerza de trabajo.
• Como mínimo, hay que fijar la meta de incrementar el promedio de los salarios mínimos nacionales para que superen de 1.5–2.0 veces la canasta básica alimentaria que se utiliza para medir pobreza del hogar.
Los ingresos laborales del hogar deben superar este umbral, conociendo que un 40 % de los hogares en República Dominicana son monoparentales, de los cuales, alrededor del 85 % están a cargo de mujeres (es decir, madres solteras, divorciadas o viudas).
Esto significa que, aproximadamente, 34 % del total de hogares en el país son monoparentales con jefatura femenina
• Adicionalmente, debe establecerse como objetivo de política económica nacional el posicionamiento del PIB por hora trabajada entre los más altos en América Latina y el Caribe, junto con el posicionamiento de las tarifas de salario mínimo de la región, donde el país se ubica actualmente entre los más bajos.
• Por último, es importante destacar que los incrementos de salarios deben pasar de discutir solo salario mínimo a incluir incrementos generales de salarios, en una economía en que casi el 70 % de los trabajadores y trabajadoras formales, según la Tesorería de la Seguridad Social, perciben salarios iguales o inferiores a los RD$30,000.00.
Es necesario revisar en los Presupuestos Generales del Estado la medida de no indexar el ISPF, ya que cada ejercicio fiscal anual incrementa la base de contribuyentes del ISRPF sin considerar que los salarios mínimos eventualmente estarán sujetos al impuesto, a pesar de sus bajos niveles de suficiencia para cubrir necesidades básicas.
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