El sistema de seguridad social dominicano avanza hacia un modelo “más justo” con la reciente aprobación de la cápita diferenciada por edad y sexo.
La medida, impulsada por la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) y avalada por el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), busca que los recursos del Régimen Contributivo se distribuyan según las necesidades reales de salud de la población.
La cápita diferenciada es un nuevo modelo que cambia la forma en que el Estado reparte el dinero entre las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), sin afectar lo que pagan ni los beneficios que reciben los afiliados.
La medida busca que las ARS que atienden a personas que necesitan más servicios médicos, como adultos mayores o mujeres en edad reproductiva, reciban más recursos, mientras que aquellas con afiliados jóvenes, que usan menos el sistema, reciban un poco menos.
La idea es lograr un reparto “más justo y equilibrado”, de modo que los fondos públicos se utilicen según las verdaderas necesidades de salud de la población.
Esto significa que no habrá cambios en las coberturas ni en las atenciones médicas que los afiliados reciben. Tampoco aumentarán las cuotas ni los aportes. Lo que cambia es cómo se organiza internamente el flujo de dinero entre las ARS.
Según el superintendente de Salud y Riesgos Laborales, Miguel Ceara Hatton, el país está envejeciendo rápidamente, por lo que cada vez habrá “más personas que necesiten atención médica constante y ajustar ahora la distribución de fondos garantiza que el sistema pueda mantenerse estable y sostenible en el tiempo”.
La medida ayudaría a “corregir desigualdades” del modelo anterior, donde todas las ARS recibían el mismo monto por persona, aunque algunas tuvieran más adultos mayores y otras solo jóvenes.
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