La Unión Europea (UE) admitió este martes que las negociaciones internacionales para reducir la contaminación de plásticos, que se encuentran a dos días de concluir en Ginebra, están siendo mucho más difíciles de lo que se esperaba, pese a ser un hecho que es un problema central en la degradación del medio ambiente.
"Son negociaciones muy difíciles, más de lo que esperábamos. La contaminación con plásticos es uno de los retos más grandes que tenemos y su producción aumenta a un ritmo exponencial, así que necesitamos soluciones globales", declaró el ministro de Medioambiente de Dinamarca, Magnus Heunick, ante decenas de periodistas que cubren esta última ronda de negociaciones.
Heunick y la comisaria europea para el Medioambiente, Jessika Roswall, salieron a dar la cara ante a prensa en representación de la Unión, que comparte con un centenar de países una posición ambiciosa en estas negociaciones, de las que desean ver surgir un tratado fuerte, con limitaciones claras a la producción de plástico y legalmente vinculante.
El ministro danés confirmó que la UE trabaja por un tratado que sea "lo más efectivo posible", que sea aplicable en todo el mundo y que tenga fuerza legal en cuanto a cúal debe ser en el futuro de la producción, del consumo y del tratamiento de los desechos plásticos.
En estas cuestiones hay "grandes divergencias entre las partes", reconoció a solo dos días del plazo establecido par el fin de estas negociaciones.
Con el mismo sentimiento comentó la situación la comisaria europea de medioambiente, quien dijo que no se ha avanzado lo suficiente y pidió que no se pierda "esta oportunidad histórica".
Recalcó que la posición de la UE es a la vez ambiciosa y pragmática, y que busca un resultado por consenso, aunque para ello queda por "hacer un verdadero esfuerzo".
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