Seis organizaciones de izquierda consideraron que el reciente acuerdo anunciado entre la empresa Barrick Gold, el Gobierno dominicano y un grupo comunitario de Zambrana, Cotuí, constituye una nueva agresión a la soberanía nacional y a la seguridad ambiental del país.
En una declaración conjunta, el Partido Comunista del Trabajo (PCT), el Movimiento Caamañista (MC), el Partido Patria para Todos y Todas (PPT), el Movimiento Popular Dominicano (MPD), la Fuerza de la Revolución (FR) y el Referente de la Izquierda Dominicana (RID) señalaron que el convenio constituye una reprochable validación de la continuidad de la minería destructiva, amparada por lo que califican como un contrato estafa entre el Estado y la multinacional minera.
“Ese acuerdo, que se limita al tema de la ubicación y compensación de comunidades desalojadas, implica la aceptación de lo peor: la nueva presa de colas en El Naranjo y la expansión de Barrick Gold”, afirmaron los grupos.
Según los firmantes, la reubicación y compensación de las familias desalojadas nunca debió utilizarse como argumento para justificar nuevas expropiaciones, especialmente aquellas vinculadas al proyecto de la presa de colas, infraestructura que denuncian como una amenaza ecológica de gran magnitud.
Además, sostienen que, con este acuerdo, el Estado dominicano termina asumiendo parte de los costos que deberían recaer exclusivamente sobre la minera extranjera. “Una vez más, el pueblo dominicano paga las consecuencias de decisiones que benefician a intereses privados foráneos”, indicaron.
Los colectivos señalaron que este pacto oculta una estrategia para evadir el rechazo al contrato con Barrick, la oposición a la nueva presa y el reclamo por la expulsión de la empresa del país, por considerarla “asesina, depredadora y ladrona”.
También alertaron sobre la “manipulación” en la que incurre la minera, “dividiendo a los comunitarios con promesas mediáticas y acuerdos parciales”, mientras continúa lo que describen como acciones altamente contaminantes y destructivas para las fuentes hídricas y la biodiversidad de la zona.
Finalmente, la izquierda reafirmó su llamado a la movilización popular y aseguró que esta lucha por la soberanía, la vida y el medio ambiente “no será detenida por acuerdos menores ni claudicaciones” ante lo que consideran una amenaza estructural a la nación.
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