La idea de colocar dos palabras sin relación alguna entre ellas es un modo de variar la forma de presentación de estos escritos. La primera de estas palabras se trae porque muchos de nosotros sabemos lo que significa, pero no todos sabemos dónde se originó el nombre y cuál fue su historia. La segunda, mandinga, es un africanismo cuya significación tiene varios alcances en cuanto a su uso en el habla.

Vejiga

Hay vejiga y vejigas. Es probable que no todos los lectores hayan pasado por mi experiencia. Cuando era muy joven pensé que la palabra vejiga se escribía con la letra be /b/ como consonante inicial. Luego aprendí, sin importar el tamaño de la vejiga, siempre se escribiría con la letra uve /v/ inicial.

Como era natural cuando así escribía, la única vejiga que conocía era la que se inflaba de aliento para celebrar cumpleaños. Había olvidado que los diablos cojuelos, “cajuelos” decíamos antes en el habla dominicana, llevaban vejigas con ellos para golpear a los asistentes a los desfiles de carnaval.

D. Antonio de Nebrija.

En esa tierna edad no andaba yo mal encaminado, pues en portugués se escribe con be /b/ bexiga. D. Antonio de Nebrija escribió bexiga hacia 1492-1495. En rumano la letra inicial para la vejiga es /b/. Los estudiantes modernos no tuvieron que pasar por las pruebas que viví. Antes en las escuelas nos enseñaban que la uve /v/ y la be /b/ eran sonidos diferentes. En la actualidad ambos grafemas representan un solo fonema. Esta diferencia desencadenó en la historia de la lengua española una pugna entre el habla y la etimología. No es extraño que la vejiga en catalán haya pasado a veixiga y en italiano a vescica.

No puede negarse que todas las lenguas neolatinas parten de la variante vessica, con doble ese –ss- documentada en glosas, que era la forma vulgar correspondiente a la clásica vesica. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (1983-V-757).

El étimo remoto (raíz muy lejana) para vejiga es udero- de donde se desprenden, útero, abdomen, vientre, y claro, vejiga, vesícula, vesicular. Los dos últimos términos en negrillas pertenecen al ámbito del habla culta. El vejigazo, golpe con la vejiga, es del habla corriente. De vejiga derivan vejigoso, “que tiene muchas vejigas o ampollas” y, vejiguilla, que es vesícula o ampolla de la piel.

La vejiga francesa procede de la misma fuente que las demás lenguas romances. Solo que en esa lengua vessi sumó antes que en las demás las equivalencias que se conocen en varias lenguas romances. ¿Cuáles son esos equivalencias? -Ampolla, tumor, y, durante un tiempo vulva. Lo de la vulva se produjo solo en francés hasta donde he podido averiguar. La vejiga seca y rellenada de aire es algo que está documentado en lengua francesa desde principios del siglo XIV. Dictionnaire historique de la langue française (2012-III-3882).

En inglés vejiga se escribe bladder; el étimo remoto procede el indo-europeo bhel– que se acepta en tanto “inflar”, de donde la vejiga en esa lengua se toma por “algo que puede ser inflado, agrandado, rellenado con gas o líquido”. Naturalmente antes de llegar al inglés pasó por los tamices de otras lenguas antiguas; por ejemplo, el anglosajón blaedre que valía para “ampolla”. Medical Meanings (1984:35).

¿Hay otra observación acerca de la vejiga dominicana? Si, la hay. El paso del tiempo me permitió advertir que durante largos años los dominicanos usamos el vocablo vejiga y prácticamente desconocíamos el “globo”. Eso sucedió hasta no hace mucho con la palabra pelota, que era la de uso mayoritario en lugar de “balón”. En la actualidad vejiga se emplea tanto para el órgano del cuerpo como para el globo artificial que se infla; pero cada vez menos para el último, el artificial.

Se ha observado en el uso del español moderno, sobre todo en medicina, que el componente cisto- que no aparece como tal en el Diccionario de la lengua española de la corporación madrileña de la lengua, ha reemplazado a la voz vejiga en términos compuestos; ejemplo de ello es cistoscopia, cistoscopía. Esta prueba consiste en la exploración del interior de la vejiga de la orina por medio de un cistoscopio. Como puede notarse, en el nombre del aparato también aparece el mencionado componente. El nombre se adoptó y adaptó del francés. En el último caso proviene del griego kystis que en esa lengua significa vejiga.

Mandinga

Mandinga es un vocablo de los que Fernando Ortiz llama afronegrismo. Puede usarse esta voz en función de adjetivo, así como de sustantivo. Ortiz entiende que esa voz denomina la raza más extendida en el África, al norte de este continente. Este autor tiene esta raza por muy inteligente por la capacidad que demostraron en Cuba donde llegaron poco después del año 1850 siendo ya capaces de escribir.

En Cuba se usó la voz mandinga en tanto sinónimo de “torpe”. Ahora vale que se plantee la pregunta, ¿cómo es que siendo considerados inteligentes la voz mandinga adquirió el significado de torpe? Glosario de afronegrismos (1924:303-4). La explicación es que quien impuso esta equivalencia entre mandinga y torpe lo hizo para denigrar al individuo africano por su color de piel. Esto es, recurrió a este calificativo para desacreditar al natural de la región mencionada, negándole la característica que lo destacaba entre los demás. Ahí no acaba lo que llama la atención de la voz.

La voz mandinga tuvo su origen para denominar una región de África y, por extensión, a los naturales de esa región. Como puede comprobarse al consultar obras de diferentes épocas y autores, los límites de esta región resultan imprecisos. Es mejor no tratar de delimitar la región porque podría llevar a confusión. Basta con asentar que personas oriundas de esta región fueron conocidas en condición de esclavos en América y en Europa, sobre todo en Sevilla.

Antes de entrar en la enumeración de los diferentes significados de la palabra mandinga explicados en lenguas modernas se resume lo que Jeannot Hilaire escribe a propósito de esto. El hecho de que se indique que tal o cual forma sea propia de un dialecto u otro no implica que sea la única empleada en ese dialecto, pues las formas de hablar comunes son utilizadas en varios dialectos, aunque menos conocidas en las formas propiamente dialectales. Al conjunto denominado mandinga se asocia un centenar de términos de criollo haitiano. L´édifice créole en Haïti (2002:324).

Mandinga es una etnia instalada en Costa de Marfil y Mali. Es además una lengua del occidente de África; otras lenguas conocidas y estudiadas se asimilan a esta por pertenecer a la misma región del oeste africano. Desde el punto de vista religioso se asocia el mandinga al grupo religioso situado en el margen del vudú cuyas raíces se sumergen en el islam, que en Haití se encuentra en la región norte del país. Lexicréole (2001:157).

Valdés Bernal escribe: “El uso del metaetnómino gangá se documenta en Venezuela, Colombia y República Dominicana. Durante mucho tiempo ha perdurado en Cuba la confusión entre gangá y mandinga, que muchos consideran erróneamente como un mismo grupo. . .” Lenguas africanas y el español de América (2016:306-7). El mismo autor anota: “Los mandingas son conocidos en Guinea como malinké, y en Mali como mandinká. (308). Más adelante se puede leer que mandinga es “cualquier cosa en mal estado” en República Dominicana (386).

  1. Ortiz en la obra antes mencionada asienta que en Suramérica se emplea aún (año 1924) [la voz mandinga] como sinónimo de “diablo”, “demonio”, “espíritu del mal”. Reproduce además otros sentidos distantes de los anteriores; en Costa Rica, describe al “hombre afeminado”; en Venezuela, es “persona inquieta o revoltosa”; y al Perú pasó con el significado de “negro”.

(p. 304).

En Brasil la voz mandinga cobró la acepción de hechizo, talismán para proteger el cuerpo, para resguardar el cuerpo de la persona contra males que pudieran dirigirse en su contra por medio de maleficios. A Influencia africana no portugues do Brasil (1945:236). De alguna manera esta protección se asemeja al resultado del proceso a que se sometía en República Dominicana una persona cuando la “untaban” por medio de un hechizo.  Diccionario del español dominicano (2024:726). También existe otro término para la persona “que tiene un trato con el diablo o está protegido por una brujería”, se dice que está compuesto/a. (2024:217).

Según parece, los mandingas eran dados a ejercer la brujería o a ser curanderos. Hay que tener en cuenta que ellos no escribieron las crónicas, por tanto, los amos de esclavos y los representantes de esas ideas es muy posible que interpretaran los ritos y los brebajes para curar dolencias como actos de brujería. La confusión podía provenir del hecho de que los conocimientos entre los mandingas se traspasaban por tradición oral y muchas veces eran celosamente guardados por los depositarios. A esto hay que añadir que no debe descartarse que invocaran deidades de su panteón para que ayudaran en la curación.

Puede considerarse que las opiniones expresadas en los textos acerca del comportamiento de los africanos expresaron mucho del choque de culturas que se produjo en la interacción y como consecuencia del tipo de relaciones establecidas entre amos y esclavos. En la actualidad aún aceptamos que las creencias y la fe tienen influencias sobre las enfermedades. Además, existe la medicina integrativa (holística) junto a la convencional. Es posible que los mandingas fueran más curanderos que brujos.

No resulta difícil aceptar que hay gran distancia entre los significados de una misma palabra en diferentes hablas. Obsérvese que en el sur de Suramérica hay cierta coherencia entre los significados hasta entre lenguas diferentes, español y portugués. A medida que se acrecienta la distancia geográfica entre los países aumenta también la disparidad de significados. Este fenómeno se explica si se recuerda algo que se expresó más arriba. La denominación para la etnia (mandinga) era o es difusa. Por otra parte, los límites entre las hablas africanas son difíciles de establecer porque los hablantes de las diferentes dialectos eran a menudo catalogados como pertenecientes a un grupo general más conocido, aunque no fuera exacto.

Version 1.0.0

El criterio expuesto en el párrafo precedente es reforzado por la opinión de G. Dalgish cuando asegura que la lengua del pueblo mandingo, mandinka fue usada en gran medida con carácter de lengua franca. A Dictionary of Africanisms (1982:110-1).

Celebremos que todavía en algunos carnavales dominicanos se utilicen las vejigas de animales para golpear con ellas a los asistentes a estos espectáculos. Ese tipo de vestigio del pasado no debe desaparecer completamente. Forman [hacen, dicen ahora], parte de la cultura dominicana. Tampoco hay lugar a negar la influencia africana en la cultura dominicana.

Roberto Guzmán en Acento.com.do

Roberto Guzmán

Lingüista

Lingüista. Miembro correspondiente De la Academia Dominicana de la Lengua. Miembro del Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía.

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