Filosofar lo Transido y Cibernético

En estos tiempos transidos, cibernéticos, la tecnociencia, la digitalización y la inteligencia artificial (IA) intensiva de la vida cotidiana producen un cambio de época, y no simplemente una época de cambios. La aceleración tecnológica, la disolución de certezas epistémicas, la erosión de los marcos ético-políticos y la reconfiguración de la experiencia humana constituyen los signos de un presente atravesado por una policrisis: un entrelazamiento de crisis —climática, económica, política, epistemológica, tecnológica— que ya no pueden pensarse por separado, sino más bien de forma sistémica, desde una filosofía tecnocientífica.

Filosofar en estos momentos convulsos, cibernéticos y transidos implica tomar conciencia de la propia crisis del pensamiento, así como de la redefinición de la ciencia y la tecnología, en la que la ciencia abierta y la IA también va cobrando importancia en esta segunda década del siglo XXI.

La globalización real, como proceso de integración y progreso, se muestra ahora como un dispositivo en crisis, incapaz de contener sus propias contradicciones, por lo que brota la globalización en el plano de lo virtual: la multiplicación de desigualdades, la fragilidad de las democracias liberales y la fragua de nuevas formas de autoritarismo cibernético se expanden por el ciberespacio.

Los espacios vitales entre los imperios vuelven a cobrar forma concreta: tierras, corredores estratégicos y fronteras redibujadas al instante. En nombre de la seguridad, del progreso o de la soberanía, se reabre el apetito por el reparto físico del planeta. El Ártico se convierte en una nueva frontera. El planeta entero se encuentra transido por una doble tensión: la del terreno y la de la mente. Se extraen minerales y metadatos, se construyen infraestructuras y narrativas. La lucha imperial se reinventa, pero su lógica de apropiación total —territorial, simbólica, digital— no ha hecho más que intensificarse.

Más que paz, se intensificarán las guerras y las ciberguerras; convulsiones sociales sacudirán con fuerza al mundo y al cibermundo. En lugar de armonía, se desatarán tormentas de caos: conflictos armados, rebeliones digitales y una humanidad tambaleante entre la furia y la incertidumbre.

La inteligencia artificial se ha instalado en el cibermundo como una fuerza decisiva de transformación. Sus impactos no se limitan al ámbito tecnológico, sino que se proyecta también sobre dimensiones profundas de la experiencia y posexperiencia humana: la ontológica, la epistémica y la política.

En el plano ontológico, la IA desafía nuestras concepciones tradicionales del ser y la subjetividad: nos obliga a reconsiderar qué significa ser humano, ser consciente o ser agente en un mundo donde entidades no humanas pueden procesar información, aprender y tomar decisiones.

En el plano epistémico, la IA reconfigura las formas en que se produce, valida y distribuye el conocimiento, lo ciberepistémico. Ya no somos los únicos productores del saber: delegamos en sistemas algorítmicos funciones críticas, desde diagnósticos médicos hasta predicciones económicas, lo que plantea preguntas sobre la legitimidad, la transparencia y la comprensión del conocimiento generado artificialmente (Merejo,2022).

Con relación a lo plano político, entramos en lo ciberpolítico, ya que la IA altera las dinámicas del poder de control virtual (R.4.0), característico de la tercera revolución digital: concentra capacidades de control, vigilancia y manipulación en manos de sujetos cibernéticos de poder y control virtual, que son los que redefine las relaciones entre ciudadanos y sistemas, y plantea una profunda crisis de los conceptos: Justicia, autonomía y participación democrática.

Desde el enfoque ciberpolítico, lo que está en juego no es sólo la relación entre humanos y máquinas, sino la redefinición radical del sujeto, del saber y de la acción política en el plano cibernético.

Desde modelos algorítmicos que diagnostican enfermedades, predicen comportamientos sociales o generan obras culturales, hasta sistemas autónomos que inciden directamente en políticas públicas, la IA se ha convertido en un operador estructural del presente. Su creciente autonomía plantea interrogantes urgentes sobre responsabilidad, agencia, control y justicia. ¿Puede una sociedad democrática delegar sus decisiones en cajas negras algorítmicas? ¿Qué queda del juicio humano cuando la automatización se impone como estándar?

El V Congreso Iberoamericano de Filosofía de la Ciencia y la Tecnología, que se celebrará del 12 al 16 de mayo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), se propone como un espacio filosófico-tecnocientífico de pensamiento crítico y transdisciplinar, donde se abordarán las transformaciones profundas de nuestro tiempo. Convocará a especialistas en filosofía de la ciencia y la tecnología que, desde diversos enfoques, atravesarán el mundo de la ética, la epistemología, la sociología, la política y el derecho, para debatir en torno a ejes cruciales como son Las Inteligencias Artificiales:

Conocimiento y verdad en sobre la IA: ¿Qué significa saber cuándo el conocimiento es producido y mediado por inteligencias no-humanas? ¿Cómo repensar la epistemología en un tiempo de posverdad, desinformación y saberes automatizados?

Ética algorítmica y justicia: ¿Qué tipo de ética necesitamos para enfrentar decisiones tomadas por sistemas que no sienten ni comprenden, pero que afectan vidas humanas de manera tangible y muchas veces irreversible?

Autonomía y subjetividad artificial: ¿Puede emerger una forma de subjetividad artificial? ¿O se trata de una extensión radical del sujeto técnico moderno? ¿Qué papel juegan los sesgos, las lógicas de poder y las estructuras de control en esta pretendida autonomía?

En este contexto, se vuelve urgente pensar estos tiempos cibernéticos, convulso como espacio de disputa, marcado por lo transido como territorio atravesado por tecnologías que reconfiguran nuestras formas de existencia, y la ciberpolítica como una arena donde se desmorona proyectos políticos y emergen otros más autoritario, ultraderechista y emergen nuevas formas de control, resistencia y participación en espacio y el ciberespacio.

El congreso rendirá homenaje a cuatro figuras centrales en el pensamiento filosófico sobre la ciencia y la tecnología: Carl Mitcham, Eulalia Pérez Sedeño, Carlos Ulises Moulines y Ana R. Pérez Ransanz, cuyas contribuciones han sido fundamentales para construir una mirada crítica, rigurosa y comprometida con los desafíos del presente.

(1): ver: https://sites.google.com/uasd.edu.do/v-congresofilosofia/inscripciones

Andrés Merejo

Filósofo

PhD en Filosofía. Especialista en Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS). Miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana. Premio Nacional de ensayo científico (2014). Profesor del Año de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).. En 2015, fue designado Embajador Literario en el Día del Desfile Dominicano, de la ciudad de Nueva York. Autor de varias obras: La vida Americana en el siglo XXI (1998), Cuentos en NY (2002), Conversaciones en el Lago (2005), El ciberespacio en la Internet en la República Dominicana (2007), Hackers y Filosofía de la ciberpolítica (2012). La era del cibermundo (2015). La dominicanidad transida: entre lo real y virtual (2017). Filosofía para tiempos transidos y cibernéticos (2023). Cibermundo transido: Enredo gris de pospandemia, guerra y ciberguerra (2023). Fundador del Instituto Dominicano de Investigación de la Ciberesfera (INDOIC). Director del Observatorio de las Humanidades Digitales de la UASD (2015). Miembro de la Sociedad Dominicana de Inteligencia Artificial (SODIA). Director de fomento y difusión de la Ciencia y la Tecnología, del Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT).

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